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Cervical / Lumbar

¿Qué deberías saber si tienes un hijo con escoliosis?

La escoliosis es una curvatura anormal de la columna vertebral. La desviación puede ser casi imperceptible o tan acusada que presente forma de 'S' o 'C'. De hecho, estas últimas son las que mayores dolores causan, llegando incluso a dificultar la respiración.

El dolor de espalda constituye el problema de salud crónico más frecuente en España. Una dolencia que afecta a casi el 20 por ciento de nuestra población, según datos de la Sociedad Española de Reumatología (SER).

La gravedad de la escoliosis se conoce a partir de una radiografía de la columna y, dependiendo de la severidad de la curvatura, de la persona, la edad y otros factores físicos, se optará por el uso de un corsé o cirugía.

En este artículo, nos centramos en cómo afecta esta patología a los más pequeños y qué pueden hacer los padres para mitigar los dolores.

Cómo detectar la escoliosis en niños

Existen varios tipos de escoliosis: idiopática, congénita, neuromuscular y degenerativa.  La más común es la idiopática, que afecta a más del 80 por ciento de los casos y es de causa desconocida. En el lado opuesto se encuentra la congénita, que se presenta al nacer y se produce cuando las costillas o vértebras del bebé no se forman correctamente.

La escoliosis no puede prevenirse. Todos los tratamientos que existen van dirigidos a detener la progresión de la curva. Además, ésta se considera más grave entre los más pequeños porque aún les queda mucho por crecer y es precisamente en esta etapa cuando la curvatura de la columna vertebral puede empeorar.

En los niños se puede detectar su presencia porque:

  • Una cadera o un hombro es más alto que el otro
  • La cabeza no parece centrada con el resto del cuerpo
  • Una escápula (paletilla u omóplato) está más salida que la otra
  • Las costillas de un lado sobresalen más cuando el niño se inclina hacia delante doblando la cintura

Cómo corregir la escoliosis en niños

El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Teruel ha elaborado una guía explicando cómo se puede reducir el riesgo de lesión en la espalda en niños y aconseja:

  • Repartir el peso de la mochila entre los dos hombros, transportarla durante el menor tiempo posible y limitar el peso de la misma al 10-15 por ciento del peso corporal del niño.
  • Utilizar mobiliario acorde a la edad madurativa de cada niño para evitar posturas inadecuadas y prolongadas en el tiempo. Así, recomienda usar sillas y materiales ergonómicos que tengan respaldo y apoyo lumbar.
  • A la hora de sentarse, mantener posturas simétricas, colocando la espalda recta; tener la mirada al frente, con la parte superior de la pantalla a la altura de los ojos; y situar la altura del asiento de manera que se puedan apoyar los pies en el suelo.
  • En los periodos de descanso, las posiciones más adecuados son decúbito lateral con la columna bien alineada y decúbito supino con flexión de rodillas. Se desaconseja dormir en decúbito prono (boca abajo).
  • El colchón debe ser firme y acolchado para que se adapte a las curvas de la columna y evite el hundimiento. La almohada debe adaptarse a la curvatura cervical y no ser demasiado blanda.
  • En cuanto al calzado, huir de aquellos que son planos y anchos porque dificultan una correcta distribución del peso al no limitar el movimiento del pie; tampoco son adecuados los tipo 'chancla' o sandalia porque sobrecargan la columna.
  • La natación no es siempre la mejor opción, principalmente si no se tiene una buena técnica. En concreto, se deben evitar los estilos mariposa y braza. Por el contrario, el ejercicio físico en el medio acuático tonifica la musculatura de la espalda, reduciendo los impactos y el estrés de compresión en la columna vertebral.
  • Utilizar juegos motores para la mejora de la condición física, especialmente de la musculatura del tronco, para evitar las actividades monótonas y el abandono de la práctica de ejercicio físico.

Cirugía o corsé para tratar la escoliosis en niños

Cuando la desviación de la columna se sitúa entre los 25 y 40 grados, y aún está creciendo, el médico recomendará el uso de un corsé para evitar que la curva empeore a medida que crece. Su duración se prolongará hasta que se detenga el crecimiento. Y, en estos casos, la familia debe de tener en cuenta que es un aparato incómodo y, por ello, el pequeño tiene que sentir la comprensión y el apoyo de sus padres.

Por otro lado, cuando se trata de una desviación mayor de 45 grados, por lo general, se recurre a cirugía con dos objetivos: evitar que la curva empeore y corregir la deformidad vertebral. La operación puede durar entre cuatro y seis horas y es posible que la columna no quede completamente recta.

Sara Cabrero

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