La leche materna proporciona todos los nutrientes que un bebé necesita. Los profesionales sanitarios defienden que aporta innumerables ventajas para la salud, el crecimiento y el desarrollo de los niños. Además, coinciden en que disminuye el riesgo de gran número de enfermedades agudas y crónicas. No obstante, hay situaciones sociales, como la incorporación de la mujer al trabajo, que impiden continuar con este método. Pero no te agobies, si no quieres recurrir a la leche de fórmula todavía puedes usar el sacaleches para seguir amamantando a tu recién nacido.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Española de Pediatría (AEP), la lactancia materna debe ser exclusiva hasta los seis meses de vida y, a partir de ahí, introducir gradualmente el resto de alimentos de forma complementaria. Para no renunciar a ello, en este artículo de Apoteka te contamos cómo usar estos aparatos.
Da igual qué tipo de sacaleches elijas, la AEP indica que la extracción debe ser indolora y el pezón nunca ha de rozar las paredes del embudo durante el bombeo. Para que la extracción sea más sencilla, es importante que estimules el pecho y sigas estos pasos con las manos limpias y la zona higienizada:
Unos movimientos que, en cambio, no deben confundirse con:
Una vez hayas estimulado la producción de leche, tienes que proceder a la extracción de la misma en cada pecho hasta que el flujo de leche se haga más lento. Un proceso que se puede repetir en dos o tres ocasiones. No te preocupes si ves que la leche cada vez sale más despacio, es normal. "El flujo de leche generalmente se enlentece más pronto la segunda y tercera vez, a medida que los reservorios se van drenando", explican los especialistas.
Se trata de un procedimiento que suele durar entre 20 y 30 minutos al principio, un tiempo que puede ser menor si la producción de leche ya está establecida.
Para ello, busca un lugar silencioso y privado donde te sientas cómoda para usar la bomba. Además, puedes realizar ejercicios de relajación y varias inspiraciones profundas, escuchar música suave o ver la televisión.
Tras agotar el periodo de baja maternal, recuerda que puedes llevarte el sacaleches al trabajo, extraerla allí y conservarla hasta que tu pequeño la consuma. Estas son las diferentes formas de extracción que existen:
La AEP explica que los sacaleches manuales son los más económicos. Además, son fáciles de transportar, ya que son pequeños y pesan poco. No obstante, advierten de que requieren de "cierta práctica" por parte de la madre. Se aconsejan para lactancias establecidas y extracciones fuera de casa.
Por otro lado, puedes encontrar dos tipos de sacaleches eléctricos: dobles o individuales. Los primeros son los más eficaces y también los más caros, pues son los que menos tiempo de extracción requieren, aunque son grandes y aparatosos. Son idóneos para prematuros u hospitalizados. Mientras, los sacaleches eléctricos individuales son más pequeños y fáciles de llevar y, como los anteriores, se recomiendan para lactancias establecidas y extracciones fuera de casa.
En ningún caso, aconsejan utilizar el sacaleches manual "de pera", que consisten en una perilla de goma unida a un embudo de plástico que se adapta el pecho. "Son poco eficaces, no se puede asegurar su esterilización y la recogida de leche que permiten es difícil", alertan.
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