Las incertidumbres que conlleva un embarazo pueden desembocar en un cuadro de ansiedad para la futura madre. Según señalan expertos de la Facultad de Psicología y Neurociencias de la Universidad de Maastricht (Países Bajos), el embarazo es "un periodo crítico en la vida de la mujer en el cual experimenta cambios físicos, psicológicos y sociales que requieren de un constante proceso de adaptación que puede desencadenar en problemas emocionales".
La ansiedad se define como una reacción emocional que suele aparecer cuando se valora la presencia de elementos amenazantes para la propia existencia o para la de aquellas personas que son significativas. Circunstancias que se intensifican especialmente durante la gestación.
En los últimos años, la ansiedad durante el embarazo ha sido ampliamente estudiada. Unos afirman que el embarazo en sí mismo puede ser una causa de ansiedad para las madres y otros, en cambio, defienden que este síndrome debería ser considerado como un trastorno diferente de la ansiedad generalizada, ya que puede afectar al parto y producir cambios neuroendocrinos en el embarazo. Concretamente, Ibone Olza Fernández, psiquiatra infanto-juvenil del Hospital Puerta de Hierro (Madrid), indica que hay tres factores diferenciales y específicos del embarazo:
Diversos estudios han confirmado que el estrés materno durante el periodo fetal puede condicionar el desarrollo emocional y conductual del niño incluso hasta el inicio de la edad adulta. Sin embargo, los efectos varían dependiendo de la etapa en la que se presente este cuadro clínico.
Si la ansiedad se sufre durante el primer trimestre del embarazo, puede desencadenar:
Mientras que si se produce en la segunda mitad del embarazo, podría tener consecuencias como:
Pero si ésta aparece en el tercer trimestre, puede acarrear:
Según la Federación de Matronas, la ansiedad es una afección que afecta a una de cada diez madres, con mayor incidencia entre las primerizas. Como explica, consiste en una sensación de angustia y malestar emocional "casi constante" que se acompaña de múltiples manifestaciones somáticas. Por ello, alerta de que si una mujer sospecha de que sufre este trastorno debe solicitar una interconsulta con salud mental para su evaluación y tratamiento si así lo precisa.
En este sentido, las especialistas se decantan por tratamientos que no requieran medicamentos. Así, aconsejan estrategias como las terapias de relajación y las cognitivo conductuales o las psicodinámicas. "El tratamiento debe incluir enseñar a la paciente a relajarse y tratar de calmarse por sí misma", añaden.
Además, subryan que la ansiedad se manifiesta principalmente en los meses más próximos al parto o justo tras dar a luz, fechas en las cuales aumenta el miedo y el estrés por la incertidumbre que conlleva tener un hijo. Por esta razón, las matronas destacan el papel de la preparación a la maternidad, así como la seguridad y confianza en su matrona, ginecólogo o experto que le lleve el embarazo.
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