Las quemaduras pueden ocurrir en cualquier momento. Mientras cocinamos, por el derrame de líquidos calientes, por químicos, por el fuego de una vela… ¡En fin! También pueden estar las peligrosas quemaduras por electricidad, responsables de causar lesiones desde leves hasta muy graves.
Las quemaduras eléctricas son provocadas por el contacto con una corriente o una fuente de electricidad. Pueden ser generadas por equipos con fallas o en mal estado; por baterías, enchufes, cables o líneas eléctricas averiadas. También los relámpagos causan quemaduras eléctricas potencialmente mortales.
Entre los mayores riesgos de descargas eléctricas y quemaduras en casa o en el trabajo se encuentran:
La mayoría de las veces, los corrientazos solo dejan un gran susto y dolor en la zona que recibió la descarga. Sin embargo, pueden causar quemaduras por electricidad y dañar la piel.
Tanto en el caso de las quemaduras por electricidad como al tratar quemaduras con aceite o de otro tipo, la clave es actuar correctamente. Conoce qué debes hacer.
Siempre que la quemadura eléctrica no sea grave, se puede tratar igual que se hace con otra quemadura:
Al tratar las quemaduras eléctricas leves, retira de inmediato y con cuidado la ropa o las piezas de joyería que se encuentren en el área afectada y circundante.
Como estas lesiones pueden inflamarse, dejar la ropa o joyas puestas puede resultar muy molesto o doloroso debido a la presión o roce.
Lavar el área quemada con agua fría ayudará a bajar el dolor y el calor en la piel. También, puede prevenir complicaciones.
Sigue una buena higiene para reducir el riesgo de infección en las quemaduras por electricidad:
Trata con especial cuidado las quemaduras con ampollas y no las revientes. Pueden infectarse muy fácilmente al quedar abierta la herida.
Recuerda que las ampollas de quemaduras son diferentes a las que aparecen por fricción o roce. En el caso de las quemaduras, estas burbujas ayudan a la regeneración y protección.
Las quemaduras eléctricas, aunque se vean leves, pueden esconder lesiones más graves. Llama a emergencias si ves estos síntomas:
Los productos de venta libre en las farmacias pueden ayudarte a cuidar las quemaduras eléctricas menores, aliviar las molestias y favorecer la renovación de la piel.
Estos tres tratamientos se encuentran entre los más buscados:
El aloe tiene múltiples propiedades, entre ellas, sus efectos calmantes, emolientes, antisépticos e hidratantes. Una crema o ungüento a base de esta planta puede ayudar a sanar las quemaduras leves.
En cualquier kit de primeros auxilios siempre hay una crema para el alivio de quemaduras menores. Son de venta libre y suelen contener compuestos analgésicos, antisépticos e hidratantes.
Otra opción es usar un ungüento antibiótico de libre prescripción, siempre bajo prescripción médica y supervisión de un profesional médico.
Si sientes dolor, puedes tomar analgésicos como el ibuprofeno o el paracetamol.
Como dato final, nunca emplees tópicos en aerosol, bases grasosas y mucho menos, alcohol para desinfectar las quemaduras por electricidad. Estos productos pueden mantener la zona más caliente y retrasar la cicatrización.
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