Según las estadísticas, las vacaciones (sobre todo las de verano) son un momento clave para saber si la pareja está funcionando, ya que en estos períodos se registran más casos de divorcios y rupturas. Sin embargo, estos instantes de relax pueden convertirse también en el perfecto caldo de cultivo para reavivar la llama del amor con la ayuda de juguetes sexuales como por ejemplo un vibrador.
Hoy en día está más que aceptado que donde caben dos caben tres, pero también cuatro y cinco y todos los objetos sexuales que se deseen, previo consentimiento de las partes implicadas. Si es la primera vez que va a participar un tercero (de este tipo) en una relación sexual, las sexólogas suelen recomendar iniciarse con vibradores, entre los que se pueden elegir: clitoriales, vaginales, de parejas o conejito entre muchos otros. Además, no hay que olvidar que un encuentro sexual no se trata de participar todo el tiempo los dos, a veces ver cómo la pareja se adentra en el deseo con un juguete puede ser de lo más excitante.
No obstante, para aquellas parejas que quieran aventurarse y seguir descubriendo nuevas formas de darse placer en la cama, tanto a través de objetos sexuales como de un juego sexual, hay un triángulo que trabajar para que la experiencia sexual sea placentera para todos. Estas son las bases:
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