Pies de los niños en verano: ¿Cómo cuidarlos?

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Cuidar los zapatos de los pequeños evitará que sufran molestias y lesiones

Los zapatos para niños y bebés deben ser flexibles y cubrir la zona del tobillo

Sonia Navarro
Se lee en 3 minutos

La llegada del verano hace que los pies de los bebés y los niños pasen muchas más horas al aire libre. Ya sea por el uso de las chanclas o de sandalias, el calzado se adapta a las necesidades de esta época y pasa a tener un protagonismo especial.

Para evitar rozaduras y molestias, los padres deben prestar una atención especial al calzado que eligen para sus pequeños. Desde la farmacia, recomiendan utilizar zapatos de calidad y vigilar las costuras interiores de estos.

Aún así, si aparecen rozaduras o pequeñas ampollas, en la botica se pueden encontrar apósitos que ayudarán a curar estas heridas. Además, recuerdan que nunca se deben explotar las ampollas, simplemente hay que desinfectarlas y esperar a que se curen solas.

Problemas en los pies de los niños

En este sentido, desde el Colegio de Podólogos de la Comunidad Valenciana han hecho una lista de los problemas que pueden provocar llevar un calzado inadecuado en edades tempranas:

  • Traumatismos y caídas frecuentes.
  • Dificultas para caminar.
  • Andar de forma ortopédica y alteraciones en la marca.

Además, explican que una señal de alerta es cuando el niño no quiera andar o se toque el pie con frecuencia. “Este gesto es común cuando tienen dificultad para quejarse, pero sienten molestias al caminar. Además, se puede agravar alguna patología o alteración de la marcha que no haya sido diagnosticada todavía”, explican los podólogos de Valencia.

Errores en el calzado de los más pequeños

Dentro de los errores más frecuentes que cometen los padres se encuentran estos: intentar calzar a los niños con el mismo estilo de calzado que los adultos; utilizar diseños con suelas extremadamente gruesas, que simulan los zancos, o extremadamente finas, que pueden permitir que llegue a la planta del pie un cristal o las propias piedras de la calle; heredar calzado que ha sido utilizado por otros niños; y utilizar un calzado que no sujete el tobillo.

“Es imprescindible que el calzado de verano de los niños esté atado al tobillo. Los niños están en movimiento continuamente, juegan, saltan, corren, y necesitan unos zapatos o sandalias que sigan el movimiento del pie y lo protejan. Las chanclas sólo son recomendables para uso corto y puntual en playas o piscinas”, explica Pilar Nieto, presidenta del Colegio de Podólogos de la Comunidad Valenciana.

¿Cómo elegir el calzado de verano de los niños?

Para saber elegir el calzado que deben utilizar los niños,  desde el Colegio de Podólogos de Valencia recomiendan que se tengan en cuenta algunos consejos básicos como estos:

  • Evitar que la plantilla no sea almohadillada.
  • Apostar por los zapatos que tengan puntera redonda, ancha, alta y reforzada.
  • Escoger el calzando que tenga la caña alta pero que no sobrepase el talón por detrás.
  • Elegir zapatos con el forro interior transpirable y sin costuras, que su horma esté confeccionada en piel natural y su suela sea de cuero (nunca de plástico).
  • Comprar zapatos que sean flexibles y antideslizantes, y que sujeten bien el pie sin apretar (con cierres como velcro, cordones o hebillas).

“Es importante tener en cuenta que los niños tienen morfotipos como los adultos y no todo el calzado es válido para todos los niños. Eso sí, lo que todos tienen que tener en común es la buena sujeción del tobillo. En los más pequeños, que corren y dan giros, un calzado sujeto al tobillo evitará posibles torceduras y les dará más seguridad”, ha asegurado Pilar Nieto.

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