Durante el embarazo pueden suceder hechos asombrosos como la superfetación. En el siguiente texto detallamos de qué se trata.
"La superfetación es la fertilización exitosa de un mismo óvulo liberado durante la evolución del embarazo que da como resultado la concepción de mellizos de distinta edad gestacional", explica el doctor Santiago Almeida Campos, especialista en Embriología en la Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas (Cuba). "Se plantea que esto podría deberse a la continuidad de la ovulación, a pesar de haberse iniciado el embarazo. No debe confundirse con la superfecundación, en la que dos óvulos son fecundados", añade.
De hecho, la superfetación es más común en algunas especies de animales que en humanos. Concretamente, este fenómeno se desarrolla de forma recurrente en marsupiales, primates (monos), roedores (ratas y ratones), animales de granja (caballos y ovejas).
El experto subraya que la mayoría de casos de superfetación registrados en personas estaban asociados a:
Este hecho no es nuevo, ya que el primer informe de superfetación en humanos data de 1932 y su autor fue Oskar Föderl.
Almeida relata que entre los casos más sonados está el de Ame y Lia Herrity, que concibieron con tres semanas de diferencia a sus hijos Amelia Spence y George Herrity en el Reino Unido en 2007. También ese mismo año, se notifica en este país otra noticia similar, Harriet y Thomas Mullineux, también concibieron con tres semanas de diferencia a sus hijos Charlotte y Matt Mullineux.
Asimismo, en 2009 una mujer norteamericana quedó embarazada estando ya embarazada de unas ocho semanas. Dio a luz a los dos bebés con una diferencia de dos semanas y media y no eran gemelos. "La mujer, Julia Grovenburg, descubrió la situación durante una ecografía a la que se sometió a las ocho semanas de embarazo y que mostró a dos bebés separados por dos semanas y media, uno claramente más desarrollado que el otro, ante lo que los doctores apuntaron la posibilidad de que se tratara de un caso de superfetación", señala el especialista.
Ante este fenómeno, Patrick O’Brien, portavoz del Royal College of Obstetricians and Gynaecologists de Estados Unidos en ese momento, concretó que al año solo se diagnostica un caso de superfetación en todo el mundo. "Es raro que ocurra porque cuando una mujer concibe, sus hormonas cambian drásticamente y estos cambios frenan su ovulación y le impiden volver a concebir", apuntó O’Brien.
En este sentido, indicó que no se podía tener absoluta certeza de que no fueran gemelos. "En ocasiones es difícil estar seguros, porque una mujer puede estar teniendo gemelos no idénticos con marcadas diferencias en su tamaño desde el primer momento de embarazo", explicó. Por ello, cuando hay una gran diferencia de tamaño entre los bebés lo primero que se piensa es que uno de ellos no se está desarrollando de manera adecuada.
Sin embargo, si se certifica una diferencia de edad de más de dos semanas sí que la principal opción suele ser la superfetación.
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