Las náuseas y los vómitos son los primeros síntomas que suelen aparecer entre las embarazadas. Estas molestias pueden afectar a las mujeres e impedirles llevar su día a día. Por ello, en este artículo explicamos qué consejos dan los profesionales para sobrellevar estas manifestaciones.
"La gestación es un proceso fisiológico que va generar una serie de cambios en el organismo materno, con la finalidad de adaptarlo al desarrollo del feto, al parto y lactancia", explican los autores de 'Síntomas y signos digestivos durante la gestación: náuseas y vómitos/hiperemesis gravídica'. "Es muy importante conocer bien estos 'síntomas y signos normales' para poder identificar el límite entre lo realmente fisiológico y lo patológico", añaden.
Concretamente, las náuseas y los vómitos suelen ser esporádicos y darse preferentemente durante la mañana. De hecho, entre el 70 y el 80 por ciento de las embarazadas los sufren durante el primer trimestre. Generalmente aparecen entre la cuarta y la séptima semana, aunque hay un pequeño porcentaje que lo experimentan antes de su primera ausencia de regla.
No obstante, hay que vigilar estas náuseas y vómitos puesto que pueden ser anormales. Los expertos señalan:
Además, hay señales de alarma que tienen que llevar a las gestantes a un profesional como por ejemplo:
De hecho, algunas de las causas de las náuseas y vómitos continuos durante el embarazo pueden ser: gastroenteritis, cetoacidosis diabética, enfermedad vía biliar, porfiria, hepatitis, hipertiroidismo, úlcera péptica, enfermedad de Addison, obstrucción intestinal, pancreatitis y apendicitis. Sobre todo, como comentábamos, si se dan a partir del tercer trimestre habría que plantearse otro origen.
Entre las recomendaciones que aportan los expertos están las basadas en la alimentación:
Asimismo, los especialistas aconsejan tomar medicamentos bajo receta médica para evitar estos síntomas.
"Las mujeres gestantes tienen con frecuencia sensaciones nauseosas y vómitos (emesis gravídica) que no alteran su estado general ni afectan al desarrollo del embrión, pero cuando la intensidad del cuadro clínico requiere la hospitalización de la paciente, por alteraciones metabólicas, nos encontramos ante un cuadro de hiperemesis gravídica que sería el extremo patológico del cuadro fisiológico de las náuseas del embarazo", aseguran los autores.
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