Alimentación por sonda nasogástrica

Alimentación por sonda nasogástrica

Las complicaciones derivadas del uso de la sonda son comunes y pueden ser graves.

La introducción del tubo puede provocar tos y arcadas en el paciente, que está despierto

Sara Cabrero
Se lee en 3 minutos

La nutrición juega un papel fundamental en el funcionamiento correcto del organismo. No obstante, hay personas que por diversas complicaciones o enfermedades no pueden alimentarse de la forma habitual y tienen que recurrir a ciertas ayudas. En este artículo de Apoteka, te contamos en qué consiste la alimentación por sonda nasogástrica.

Desde MSD detallan que la alimentación por sonda puede utilizarse para alimentar a las personas cuyo tracto digestivo funciona con normalidad pero que no pueden comer lo suficiente para satisfacer sus necesidades nutricionales por:

  • Falta de apetito durante mucho tiempo
  • Desnutrición proteico-energética grave
  • Coma o estado de alerta muy reducido
  • Insuficiencia hepática
  • Lesión en la cabeza o el cuello
  • Trastorno que hace que sean incapaces de comer por la boca
  • Enfermedad grave (como quemaduras) que aumenta las necesidades nutricionales

Pero, ¿sabes cómo se introduce? Según los mismos expertos, las sondas nasogástricas se pueden insertar mientras la persona está despierta. Para ello, hay que lubricar primero el tubo para después meterlo por la nariz y que baje por la garganta. Una vez llega a esta zona, puede causar arcadas y náuseas, por lo que se puede a la persona que trague o se le da agua con una pajita para ayudar con la deglución. "Una vez que la sonda ha pasado por la garganta y entra en el esófago, puede deslizarse fácilmente en el estómago o el intestino delgado", detallan.

Para evitar las molestias que este aparato puede causar, algunos médicos suministran antes de introducir la sonda un sedante o un analgésico al paciente e, incluso, un espray adormecedor en la parte posterior de la garganta. Si no se puede colocar, "puede recurrirse a un procedimiento quirúrgico para ayudar a los médicos a insertar la sonda de alimentación directamente en el estómago o el intestino delgado", concretan.

Peligros de la alimentación por sonda nasogástrica

Las complicaciones derivadas del uso de una sonda de alimentación son comunes y pueden ser graves:

  • Una sonda introducida por la nariz o por la boca, sobre todo si es de gran calibre, puede irritar los tejidos, causando dolor y algunas veces sangrado
  • Los senos paranasales pueden llegar a bloquearse y, en consecuencia, aumentar la probabilidad de que se produzcan infecciones, como la sinusitis
  • Con muy poca frecuencia, los alimentos pueden entrar en los pulmones
  • Cuando se coloca la sonda en las vías respiratorias, las personas conscientes y en estado alerta tienen tos y arcadas

Por otro lado, la Junta de Andalucía también advierte de que la sonda nasogástrica puede afectar al aparato digestivo y ocasionar los siguientes daños:

  • Estreñimiento por balance negativo de líquidos, alimentación inadecuada o medicación
  • Diarrea por alimentación inadecuada, infección o mala absorción intestinal
  • Desequilibrio de electrolitos por administración inadecuada, ya sea por exceso o defecto, de líquidos y electrolitos
  • Hiperglucemia por diabetes o administración de la alimentación rápidamente
  • Náuseas o vómitos por colocación incorrecta de la sonda

El grupo de pacientes considerado de alto riesgo de presentar complicaciones son las mujeres embarazadas o las personas con enfermedad ulcerosa péptica, obesidad, edad extrema o hernia de hiato.

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