Anticonceptivos y alcohol: mitos y realidades

Aunque el preservativo es una de las medidas más utilizadas para evitar embarazados no deseados, hay otras vías que -bajo prescripción médica- también pueden utilizarse como métodos anticonceptivos. En este artículo de Apoteka, te explicamos cuáles son los que recomiendan los expertos si consumes alcohol.

"Existe una gran variedad de métodos anticonceptivos de uso habitual que se acomodan a las distintas situaciones de las mujeres y de las parejas. No hay ningún anticonceptivo contraindicado solo por la edad, aunque sus características los hacen más o menos idóneos según ésta", informan desde el Ministerio de Sanidad.

De hecho, es precisamente esta variable la que se tiene en cuenta a la hora de recetar o dispensar un método anticonceptivo u otro si la ingesta de alcohol puede afectar a la paciente. En este sentido, expertos detallan en una publicación de Elsevier que el consejo anticonceptivo tanto en farmacia como por parte del especialista "debe de contemplar, además de las condiciones médicas, los aspectos relacionados con el estilo de vida de la mujer para mejorar la adherencia al método anticonceptivo más adecuado".

Anticonceptivos y alcohol

"La prescripción de cualquier método anticonceptivo está determinada por las preferencias de la mujer o pareja candidata a su uso y por las condiciones médicas del paciente", insisten los mismos especialistas, quienes lamentan que -en algunas ocasiones- el personal médico no contempla las "características personales e individuales" de quienes van a recibir este producto o fármaco. Es por esta razón que recomiendan que antes de prescribir un método anticonceptivo concreto también se tengan en cuenta otras variables como:

• Edad
• Patologías acompañantes
• Presencia de hábitos tóxicos
• Actividad sexual
• Existencia de ideas erróneas
• Uso previo de la anticoncepción de urgencia
• Paridad
• Nivel socioeconómico
• Estilo de vida
• Entorno sociocultural

Así, declaran que la época de la vida en la que se encuentra la mujer (adolescencia, lactancia, perimenopausia, etc.) determina qué medidas son las más favorables. Concretamente, destacan que, en mujeres jóvenes, se aconseja obtener información sobre la presencia de factores predictores de mal cumplimiento -como el consumo de alcohol y otras drogas, malos resultados académicos, inicio precoz de las relaciones sexuales y sin protección- para, en caso afirmativo, "recomendar métodos anticonceptivos que no requieran participación activa, es decir, aquellos métodos de larga duración".

Por ejemplo, los profesionales recomiendan el uso del anillo vaginal en aquellos casos en los que "se pretenda un método que provea un buen control del ciclo, una buena cumplimentación, sea discreto, ofrezca beneficios añadidos y no se vea afectado por los vómitos o el alcohol". El anillo vaginal es un aro que se introduce en la vagina como si fuera un tampón y que libera hormonas similares a las de la píldora combinada. Se utiliza durante tres semanas y se descansa una cuarta.

Asimismo, recomiendan los métodos hormonales combinados para lograr un mejor control del ciclo y los métodos hormonales no diarios para lograr una mayor adherencia. Igualmente, apoyan el uso del doble método para la protección frente a infecciones de transmisión sexual. "En aquellas mujeres que desean elevada efectividad anticonceptiva, se recomienda no utilizar el preservativo como método único", explican.