¿Tienes la vista cansada y no sabes cómo elegir unas gafas de farmacia que se adecúen a ti? En este artículo de Apoteka, te contamos todo lo que necesitas saber para escoger el producto que más se adapte a tus necesidades.
Aproximadamente el 80 de los españoles mayores de 45 años tiene presbicia o vista cansada. Un problema visual que sucede con la edad y que, por tanto, aparece como una evolución natural del ojo. No obstante, se trata de una patología que cuenta con diferentes soluciones, entre ellas las gafas pregraduadas que se dispensan en farmacias.
"La presbicia se traduce en una dificultad para enfocar los objetos cercanos", señala Paco Coello, vocal de Óptica y Audiología del Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra (COF de Pontevedra). "Afecta entonces a actividades como la lectura, costura o cualquier otra realizada a distancias similares", añade.
Sin embargo, es importante entender que no se trata de ninguna alteración anormal o patología, sino que es un proceso fisiológico, "fruto de una evolución natural de las funciones corporales". Precisamente, se trata de un proceso lento y progresivo cuyo inicio se sitúa en los 40 años que, dependiendo de las necesidades de visión cercana de la personas, necesita solventarse a partir de los 45-50 años.
Las gafas pregraduadas son un producto sanitario de clase I que se dispensa en farmacias. De hecho, son iguales que las que se pueden encontrar en cualquier óptica, a pesar de que muchas personas duden de la calidad de las que hay expuestas en las boticas.
Las graduaciones más comunes suelen abarcar desde 0.50 a 4 dioptrías. Para elegir la adecuada no es necesario contar con ningún tipo de instrumental específico, pero sí tener en cuenta que es un producto de uso ocasional, no está personalizado y no vale para todo tipo de personas.
A continuación, detallamos una serie pautas y recomendaciones para elegir las mejores gafas:
Asimismo, el Colegio de Farmacéuticos de Madrid (COFM) puntualiza que estas gafas son una solución a la presbicia en ojos emétropes, es decir, "siempre que no se tenga un defecto refractivo previo", pero que si ya existe un problema ocular, hay que derivar al óptico-optometrista.
Las gafas premontadas de farmacia se caracterizan porque:
Es por esta razón que Coello defiende que lo mejor es adquirir unas gafas de presbicia que se adapten a la persona, "con su corrección exacta en cada ojo y los parámetros de montaje medidos y en su sitio correcto".
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