Cómo utilizar correctamente el hilo dental

Como utilizar el hilo dental

¿Sabes cómo utilizar el hilo dental?

Redacción Apoteka
Se lee en 4 minutos

¿Sabes cómo utilizar el hilo dental correctamente? El hilo dental es un excelente hábito para la higiene oral diaria. Sin embargo, no todas las personas saben cómo emplearlo o no están seguras de la técnica que usan.

El hilo dental ayuda a eliminar los restos de comida y placa que se acumulan entre los dientes. Así que es una manera muy eficaz de completar la limpieza de la boca y evitar problemas como las caries interdentales y la gingivitis.

Ahora bien, si al usar el hilo dental te duele o te sangran las encías, estas pueden ser señales de que hay problemas dentales o técnicas que necesitas corregir.

Enseguida te explicamos la manera adecuada de incorporar el hilo dental como hábito en tu día a día.

¿Por qué el uso del hilo dental es beneficioso para nuestra salud en general?

Cepillarse los dientes dos veces al día, por espacio de dos minutos, es una regla básica que puede ayudarnos a conservar nuestras encías y dientes sanos. Pero no es lo único.

El cepillo no siempre llega a todas las zonas, como es el caso de los espacios entre los dientes (área interdental). Es aquí donde el hilo dental puede hacer un mejor trabajo y eliminar los restos de comida y la placa pegajosa que puede convertirse en sarro o cálculo.

La Asociación Dental Americana (ADA) resalta los siguientes beneficios del hilo dental:

  • Reducción del sangrado y enfermedades de las encías.
  • Control de la placa bacteriana.
  • Prevención del sarro y la caries interdental.
  • Puede combatir el mal aliento.

La recomendación general es emplear el hilo dental una vez al día. Esto debería ser suficiente para evitar que prolifere la placa y que se endurezca. Una vez que se convierte en sarro, solo un dentista podrá eliminar estos acúmulos amarillentos en tu boca.

Consejos sobre cómo utilizar el hilo dental

Sobre cómo utilizar el hilo dental correctamente, la Asociación Dental Americana resume este procedimiento en cinco pasos:

Paso 1

Corta unos 45 centímetros (18 pulgadas) de hilo dental y envuelve la mayor parte del hilo en tus dedos medios.

Paso 2

Sostén el hilo con fuerza entre los dedos índice y pulgar. Deja unos 2,5 cm de hilo entre estos dedos, sin que se vea flojo.

Paso 3

Mueve el hilo con suavidad, frotando entre los dientes, sin movimientos bruscos y sin llegar a las encías.

Paso 4

Cuando estés justo en la línea de las encías, dobla el hilo en forma de “C” contra el diente. Desliza con suavidad sobre el diente y la encía.

Paso 5

Manteniendo el hilo con firmeza, frota el costado del diente y mueve hacia arriba y hacia abajo, ocupando toda la forma del diente. Sube y baja unas 8 a 10 veces en cada pieza dental. Repite en el resto de la dentadura y no te olvides de los dientes posteriores.

Para el éxito de la limpieza con hilo dental, una buena técnica es comenzar con la dentadura superior, de izquierda a derecha, y seguir con la dentadura inferior.

Otra forma es comenzar en la parte central (superior e inferior) y seguir hacia atrás, de cada lado.

Tipos de hilo dental y cómo elegir el adecuado

Existen varios tipos de hilos dentales:

El hilo multifilamento: puede ser de nailon o seda. El de nailon es el más común y puede venir encerado o sin encerar, con sabores y con anchos diferentes.

El hilo monofilamento: puede ser de plástico, caucho o politetrafluoroetileno.

La cinta dental es otra opción. Es ancha, plana, más delgada que el hilo y es de nailon.

También existe el hilo dental de agua (o irrigador bucal). Se trata de un dispositivo que lanza un chorro para remover comida y placa. Puede ser muy útil para quienes, por ejemplo, llevan aparatos de ortodoncia o no pueden sujetar bien el hilo dental.

Otras alternativas son los hilos dentales con soporte o forma de “Y”, los cepillos interdentales y los palillos para remover la comida entre los dientes.

Si tienes problemas para elegir el adecuado, consulta con tu dentista.

Otros hábitos complementarios al uso del hilo dental

Para complementar la limpieza con cepillo e hilo dental, debes enjuagar tu boca con agua o con un enjuague bucal con flúor (para mayor protección anti-caries) o con clorhexidina (para eliminar bacterias).

Recuerda también:

  • Lavarte las manos siempre, antes y después de usar el hilo.
  • No reutilices el hilo dental al día siguiente. Las bacterias pueden quedarse allí.
  • Acude a tu dentista periódicamente, para que realice una limpieza profunda.
  • Utiliza el hilo a diario, ya sea en tu rutina bucal de la noche o el día. Puede ser después del cepillado o antes.
  • El hilo dental no debería causar dolor. Si esto ocurre, puede que estés ejerciendo demasiada fuerza.

Ya sabes ahora cómo utilizar el hilo dental. Al principio puede ser incómodo, pero ten paciencia. Con práctica, mejorarás la técnica y se te hará más fácil.

¿Y si ves sangre? Es normal que tus encías sangren un poco si este tejido está sensible. Este sangrado debería parar en unos días. De no ser así, ve al odontólogo.

 

Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Apoteka está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.



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