Los 6 factores que influyen en la producción de la vitamina D
La vitamina D ha adquirido una relevancia muy importante durante la pandemia de Covid-19.
La vitamina D se obtiene a través de dos fuentes: la dieta y la exposición de la piel al sol
La pandemia de Covid-19 ha convertido a la vitamina D en uno de los temas del momento. Su efecto sobre el sistema inmune y su grado de relación con la enfermedad provocada por el SARS-CoV-2 han hecho que sus búsquedas aumenten notablemente durante este último año.
Decenas de estudios científicos han demostrado la relación entre la deficiencia de vitamina D con el mayor riesgo de contraer coronavirus. Lo primero que se debe conocer es que la vitamina D se obtiene a través de dos fuentes: la dieta y la exposición de la piel a los rayos ultravioleta del sol. Esta segunda vía de producción de vitamina D es la más importante, ya que a partir de esta se obtiene el 90 por ciento de la vitamina D, mientras que con la alimentación solo se consigue el 10 por ciento.
¿De qué depende la vitamina D?
Teniendo en cuenta esto, es importante descubrir cuáles son los factores que influyen en la consecución de unos niveles correctos de esta vitamina. En ese sentido, expertos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard analizaron las circunstancias que posibilitaban que unas poblaciones tuvieran niveles de vitamina D superiores a otras. Estos factores son:
- Lugar de residencia. La incidencia de la luz ultravioleta va cambiando en ambos hemisferios, cuanto más alejado se esté del Ecuador, esta luz llegará más débil durante el invierno por lo que los niveles de producción de vitamina D descenderán. Los expertos de la Universidad de Harvard pudieron certificar que la población de Boston producía poca cantidad o ninguna de esta vitamina desde noviembre a febrero, los meses en los que los días son mucho más cortos. Además, la utilización de ropas de abrigo que cubren brazos y piernas impide también la absorción de estos rayos ultravioletas.
- Contaminación. Las partículas de carbono en suspensión que se encuentran en el aire absorben los rayos ultravioletas, disminuyendo la proporción de estos. Aún así, los científicos apuntan a que los agujeros en la capa de ozono podrían mejorar los niveles de vitamina D, ya que el ozono es una capa protectora que los absorbe antes de que lleguen a la superficie terrestre.
- Protectores y cremas solares. Existe una creencia extendida y errónea acerca de que la utilización de protectores solares reduce los niveles de vitamina D producidos por la luz ultravioleta. Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Melbourne en Australia demostró que no existían diferencias en los niveles de vitamina D entre las personas que había utilizado protector solar frente a las que no. Por lo tanto, los expertos señalaron la importancia de continuar utilizando cremas solares para prever la aparición de lesiones en la piel que pudiesen derivar en melanomas.
- Color de la piel. Las personas que tienen la piel oscura necesitan más exposición a la luz solar para generar la misma cantidad de vitamina D que las personas que tienen la piel más clara. Esto se debe a que la melanina, pigmento responsable del color de la piel, ‘compite’ con los rayos ultravioleta por la sustancia que activa la producción de vitamina D en el organismo.
- Peso. Estudios científicos han demostrado que la obesidad está relacionada con niveles bajos de vitamina D. Además, el sobrepeso puede afectar a la disponibilidad de esta vitamina dentro del organismo.
- Edad. Las personas mayores tienen niveles más bajos en la piel de la enzima 7-dehidrocolesterol, la sustancia precursora de la vitamina D. Esto, sumado a que la producción se va volviendo más ineficiente con los años, hace que la edad influya directamente en los niveles de vitamina D.