Gafas progresivas: consejos y pautas para aprender a utilizarlas

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El 90% de los usuarios de gafas progresivas se adapta perfectamente a ellas

Su uso es muy común cuando comienza la presbicia (vista cansada), destacan los expertos

Sonia Navarro
Se lee en 2 minutos

Las gafas progresivas son la solución perfecta para aquellas personas con diferentes necesidades visuales. Su uso es muy común cuando comienza la presbicia (vista cansada). Aún así, muchos jóvenes que tienen distintos problemas de visión también requieren estas lentes progresivas.

A pesar de todos los avances que ha habido en el terreno de la óptica, todavía existe el pensamiento de este tipo de gafas son “difíciles de utilizar”. Una creencia que puede afectar negativamente al proceso de acomodación.

Por ese motivo, María José Solana, especialista en Óptica y Optometría, señala que este tipo de gafas requieren lo que ella califica como un periodo de aprendizaje: “Hay que tener en cuenta que, para ver de lejos, hay que mirar por la parte superior de la lente y que para mirar de cerca hay que bajar la mirada, no la cabeza, y mirar por la parte inferior de la lente, asimismo. Para mirar el ordenador (distancia intermedia) hay que mirar por la parte media de la lente, para ayudar a esto, se puede bajar un poco la pantalla del ordenador o bien subir la silla. De esta manera se crea un pequeño ángulo que nos permita una visión cómoda intermedia”.

Aprender a utilizar gafas progresivas

Unas indicaciones que al principio se tendrán que “pensar y aprender para saber dónde colocar el ojo y los objetos a los cuales queremos mirar. Poco a poco, nuestros ojos y cabeza harán los movimientos oportunos automáticamente”.

En cuanto a los avances en el terreno de los progresivos, la especialista recuerda que “cuanto más personalizado sea el progresivo más prestaciones y comodidad nos va a dar. Además, gracias a esto, vamos a mejorar la visión binocular (que los dos ojos funcionen juntos) y se facilitará la adaptación.

Estos tipos de progresivos tienen un tallado más al milímetro, esto permite minimizar las aberraciones de la lente, los problemas de balanceo, abrir campos visuales. Además de otros aspectos favorables para la visión.  Como hoy en día, lo que más utilizamos son las distancias intermedias y cerca, estos progresivos son los que más van a favorecerlas”.

Por último, recomienda que los usuarios de este tipo de lentes “no sean negativos” porque “casi el 90 por ciento de las personas están cómodas con unas lentes progresivas. Si piensan que no van a adaptarse a este tipo de lentes, seguramente no lo hagan”.

Por ello, pide “positividad, convencimiento y paciencia. Pero, sobre todo, que se pongan en manos de un buen profesional que le aconseje sobre el tipo de lente progresiva necesita y cuál va a ser la más idónea para cubrir sus necesidades reales”.

Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Apoteka está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.



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