Llega el verano y la exposición solar aumenta. Por ello, es importante saber cuáles son los peligros que conlleva llevar a cabo esta práctica. En este artículo de Apoteka, te contamos por qué salen granos por el sol y qué puedes hacer para evitarlos.
Aunque las quemaduras solares son uno de los efectos más frecuentes de estar bajo el sol sin protección, hay otras consecuencias igual de dañinas que siempre han de tomarse en cuenta. Se trata, por ejemplo, de los golpes de calor porque nuestro cuerpo no ha sido capaz de mantener una temperatura baja, o del enrojecimiento de la piel, haciendo que ésta se vuelva cada vez más frágil y flácida debido al daño que causan los rayos ultravioleta en las fibras de elastina.
Dentro de este grupo se incluye también la hiperfotosensibilidad. Conocida comúnmente como alergia al sol, es una reacción del sistema inmunitario desencadenada por la luz solar que se manifiesta de la siguiente forma:
Según explican desde MSD, la urticaria solar es la aparición de granitos o ronchas (protuberancias grandes, rojas y pruriginosas) tras solo unos minutos de exposición a la luz solar. A pesar de que normalmente duran minutos u horas, hay algunas personas pueden ser propensas a desarrollar urticaria solar durante mucho tiempo, a veces, indefinidamente. De hecho, avisan de que si hay grandes áreas afectadas pueden presentarse otros síntomas como:
Mientras, la fotosensibilización química aparece como una reacción entre la combinación de sustancias y la exposición solar. Aquella en la que interviene la ingesta de ciertos fármacos o compuestos químicos, así como la aplicación de perfumes u otros preparados se denomina fototoxicidad y se origina únicamente en las zonas de la piel expuestas al sol. Se trata de un trastorno que solo aparece en las zonas afectadas como dolor y enrojecimiento, inflamación y, algunas veces, una decoloración marrón o azul grisácea.
Por otro lado, la fotoalergia es una reacción que causa enrojecimiento, descamación, prurito y, en algunas ocasiones, ampollas y manchas que parecen una urticaria. Este tipo de reacción puede aparecer tras aplicar lociones para después del afeitado, protectores solares y sulfonamidas y, al contrario que la anterior, puede afectar también a zonas de piel que no han estado expuestas al sol.
Por último, la erupción polimorfa lumínica es uno de los problemas cutáneos más frecuentes relacionados con el sol. Tiene mayor prevalencia en mujeres y en aquellas personas que normalmente no se exponen regularmente a los rayos ultravioleta. Sus síntomas son:
Suele aparecer de 30 minutos a varias horas después de la exposición al sol. Sin embargo, puede desarrollarse nuevas erupciones varias horas o días más tarde. No obstante, se elimina al cabo de unos días o semanas. "Habitualmente, las personas que la padecen y siguen exponiéndose al sol se vuelven gradualmente menos sensibles a los efectos de la luz solar", detallan.
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