¿Se puede comer queso durante el embarazo?

Durante el embarazo no se puede comer todo lo que se desee. Lamentablemente, la embarazada no podrá darse todos los antojos, ya que algunos alimentos pueden ser perjudiciales para el desarrollo del bebé. Por ejemplo, el queso en el embarazo puede ser peligroso, aquí contamos más detalles.

"En el embarazo hay que evitar los quesos frescos o de pasta blanda (brie, camembert, tipo Burgos o quesos latinos, mozzarella y quesos azules) si en la etiqueta no dice que estén hechos con leche pasteurizada”, explican desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan). “Asimismo, tampoco se pueden comer quesos rallados o loncheados industriales y los que están aceptados hay que quitar la corteza de todos los quesos”, añaden.

¿Qué ocurre si se come queso en el embarazo?

Desde el Departamento de Salud y Servicios Sociales de Estados Unidos señalan que el gran peligro de comer estos quesos es la aparición de listeria. A continuación señalan las claves sobre esta patología:

La listeria es una de las principales causas de muertes por intoxicación alimentaria.
Estos fallecimientos suelen ser de embarazadas, bebés recién nacidos, adultos mayores o personas con problemas inmunológicos.
Los brotes se asocian a quesos blandos (por ejemplo, el queso fresco), que están hechos con leche sin pasteurizar.
Las infecciones por listeria en embarazadas pueden producir: aborto espontáneo, muerte fetal o muerte del recién nacido. De hecho, las mujeres embarazadas tienen una probabilidad aproximadamente 10 veces mayor en contraer esta infección que la población en general.

Para entender este peligro, hay que conocer el proceso de pasteurización: "Se trata de calentar la leche durante un tiempo suficiente y a una temperatura lo suficientemente elevada para eliminar los gérmenes que producen enfermedades, como la listeria, contenida en la leche", indican los especialistas.

Otros alimentos que hay que evitar durante el embarazo

Los quesos blandos no son los únicos alimentos que hay que evitar durante la gestación. Desde Aesan crean esta lista de productos que no deben comer las embarazadas:

Grandes peces como el tiburón, el atún rojo, el pez espada o el lucio.
Brotes crudos de soja, alfalfa, etc.
Frutas y hortalizas crudas que no se hayan lavado, pelado o desinfectado previamente.
Carne cruda (carpaccio) o poco hecha.
Productos cárnicos crudos curados (chorizo, salchichón, salami, jamón curado…) si no se está inmunizada frente a la toxoplasmosis.
Patés refrigerados
Huevos crudos o preparaciones elaboradas con huevo crudo (salsas y mayonesas caseras, mousses, merengues y pasteles caseros, tiramisú, helados caseros, ponches de huevo...).
Productos cárnicos loncheados envasados. "Estos alimentos sí pueden consumirse después de cocinarse a más de 71º C", concretan.
Pescado crudo (tipo sushi, sashimi, ceviche, carpaccios), pescado ahumado refrigerado o marinado así como ostras, almejas o mejillones crudos.
Sándwiches envasados y otros alimentos preparados que contengan vegetales, huevo, carne, fiambres, pescado y derivados.

En este mismo sentido, subrayan la importancia de la limpieza. "Las manos, las superficies y los utensilios de cocina utilizados se deben lavar a fondo después de manipular carne, pescados, aves de corral, frutas y vegetales no lavados y cualquier otro alimento crudo", apuntan.