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Respiratorio

Sinusitis maxilar: causas, síntomas y tratamiento

¿Te quejas últimamente de dolores de cabeza y te duelen las mejillas cuando las presionas con el dedo? ¿Te cuesta respirar por la nariz? Entre las características indiscutibles de la sinusitis maxilar se encuentran estos síntomas molestos y que es mejor no ignorar.

Si estos problemas persisten por varias semanas, deberías acudir a tu médico y no automedicarte. Solo un profesional de la salud podrá realizar un diagnóstico certero y podrá poner sobreaviso para tratar correctamente esta patología.

Ahora te explicaremos de qué trata este tipo de sinusitis, cómo puedes prevenirla y tratarla, antes de que se complique. 

¿Qué es la sinusitis maxilar?

La sinusitis maxilar es una afección respiratoria muy frecuente. Causa inflamación y obstrucción en los senos paranasales, específicamente, en el área de las mejillas.

Los senos paranasales cumplen una función clave en la respiración. Las podemos definir como cavidades o bolsas pequeñas de aire, situadas dentro de los huesos de la cara, y revestidas por la misma membrana mucosa que cubre el interior de la nariz. 

En el rostro existen cuatro pares de senos paranasales. Se les denominan frontales, esfenoidales, etmoidales y maxilares, explica el Manual MSD. Todos son necesarios para ayudar a mantener húmedo el aire que respiramos y formar una barrera inmune (mediante la producción de moco) que nos protege de enfermedades. 

Otra función es equilibrar el intercambio de gases dentro de los pulmones. 

Por esta razón,  cuando una persona sufre de sinusitis -en cualquiera de estos senos paranasales- lo más común es que le cueste respirar con normalidad y que experimente sensibilidad o dolor en el rostro.

Principales causas y síntomas de la sinusitis maxilar

¿Qué causa la sinusitis maxilar y cómo la puedes prevenir? La zona del maxilar superior puede verse afectada por resfriados, alergias e infecciones de distinta índole. Entre los principales detonantes tenemos: 

  • Resfriados o catarros causados por virus.
  • Infecciones respiratorias originadas por bacterias o por hongos.
  • Alergias que causan inflamación de la membrana mucosa.
  • Desviaciones del tabique nasal que favorecen la obstrucción de los senos paranasales.
  • Pólipos nasales.
  • Exposición a irritantes ambientales (humo, tabaco, contaminación, químicos, etc).
  • Absceso en un diente superior. Existen muchos estudios que vinculan los problemas dentales o complicaciones de los implantes en la boca con la sinusitis en el maxilar.

La sinusitis puede ser aguda (con duración de menos de 30 días) o crónica (si persiste por más de 90 días). 

En cualquiera de los dos casos, los síntomas son muy parecidos. En la sinusitis maxilar estos son los predominantes:

  • Moco nasal o pus con coloración amarilla o verde.
  • Dolor de cabeza o facial y que puede aumentar al inclinarse o acostarse.
  • Presión en la cara y dolor en la zona de las mejillas y debajo de los ojos.
  • Congestión nasal y obstrucción.
  • Mareo al agachar la cabeza.
  • Dolor de muelas en el maxilar superior.
  • Mal aliento.
  • Reducción de la capacidad para oler (hiposmia).
  • Fiebre, malestar general y escalofríos.

Tratamiento de la sinusitis maxilar

En líneas generales, una de las principales complicaciones de la sinusitis es la propagación del proceso infeccioso hacia los tejidos cercanos al ojo, como lo advierte la Asociación Española de Pediatría. Esto puede ocurrir, por ejemplo, por una infección bacteriana, que puede causar alteraciones en la visión o inflamación ocular.

En todo caso, el tratamiento de la sinusitis maxilar debería comenzar mucho antes en casa, de manera preventiva y apenas se sienta la congestión nasal. 

Entre los remedios para la sinusitis se encuentran:

  1. La irrigación nasal con solución salina o fisiológica.
  2. Usar aerosoles nasales de venta libre en las farmacias.
  3. Inhalar vapores que ayuden a descongestionar las vías respiratorias.
  4. Colocar paños húmedos calientes sobre las mejillas y nariz.
  5. Tomar infusiones calientes puede favorecer el alivio de la inflamación en las mucosas y el drenaje.

La idea es evitar que se acumule el moco o empeore la congestión. Esto puede reducir las posibilidades de que la sinusitis maxilar se complique.

Para finalizar, recuerda que beber mucha agua y utilizar un humidificador en las noches, puede ayudarte a descongestionar tus vías respiratorias y a respirar mejor cuando tienes catarro. 

Si con el pasar de los días tu congestión nasal y los síntomas no mejoran, no dudes en ir a consulta.  

En los casos de sinusitis que transcurren con un dolor intenso y fiebre mayor de 39 grados (por más de tres días), el tratamiento con antibióticos podrá ser indicado por el médico. Una intervención quirúrgica para lavar el seno paranasal es la última opción cuando el tratamiento o los antibióticos no resultan eficaces.

Redacción Apoteka

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