¿Te quejas últimamente de dolores de cabeza y te duelen las mejillas cuando las presionas con el dedo? ¿Te cuesta respirar por la nariz? Entre las características indiscutibles de la sinusitis maxilar se encuentran estos síntomas molestos y que es mejor no ignorar.
Si estos problemas persisten por varias semanas, deberías acudir a tu médico y no automedicarte. Solo un profesional de la salud podrá realizar un diagnóstico certero y podrá poner sobreaviso para tratar correctamente esta patología.
Ahora te explicaremos de qué trata este tipo de sinusitis, cómo puedes prevenirla y tratarla, antes de que se complique.
La sinusitis maxilar es una afección respiratoria muy frecuente. Causa inflamación y obstrucción en los senos paranasales, específicamente, en el área de las mejillas.
Los senos paranasales cumplen una función clave en la respiración. Las podemos definir como cavidades o bolsas pequeñas de aire, situadas dentro de los huesos de la cara, y revestidas por la misma membrana mucosa que cubre el interior de la nariz.
En el rostro existen cuatro pares de senos paranasales. Se les denominan frontales, esfenoidales, etmoidales y maxilares, explica el Manual MSD. Todos son necesarios para ayudar a mantener húmedo el aire que respiramos y formar una barrera inmune (mediante la producción de moco) que nos protege de enfermedades.
Otra función es equilibrar el intercambio de gases dentro de los pulmones.
Por esta razón, cuando una persona sufre de sinusitis -en cualquiera de estos senos paranasales- lo más común es que le cueste respirar con normalidad y que experimente sensibilidad o dolor en el rostro.
¿Qué causa la sinusitis maxilar y cómo la puedes prevenir? La zona del maxilar superior puede verse afectada por resfriados, alergias e infecciones de distinta índole. Entre los principales detonantes tenemos:
La sinusitis puede ser aguda (con duración de menos de 30 días) o crónica (si persiste por más de 90 días).
En cualquiera de los dos casos, los síntomas son muy parecidos. En la sinusitis maxilar estos son los predominantes:
En líneas generales, una de las principales complicaciones de la sinusitis es la propagación del proceso infeccioso hacia los tejidos cercanos al ojo, como lo advierte la Asociación Española de Pediatría. Esto puede ocurrir, por ejemplo, por una infección bacteriana, que puede causar alteraciones en la visión o inflamación ocular.
En todo caso, el tratamiento de la sinusitis maxilar debería comenzar mucho antes en casa, de manera preventiva y apenas se sienta la congestión nasal.
Entre los remedios para la sinusitis se encuentran:
La idea es evitar que se acumule el moco o empeore la congestión. Esto puede reducir las posibilidades de que la sinusitis maxilar se complique.
Para finalizar, recuerda que beber mucha agua y utilizar un humidificador en las noches, puede ayudarte a descongestionar tus vías respiratorias y a respirar mejor cuando tienes catarro.
Si con el pasar de los días tu congestión nasal y los síntomas no mejoran, no dudes en ir a consulta.
En los casos de sinusitis que transcurren con un dolor intenso y fiebre mayor de 39 grados (por más de tres días), el tratamiento con antibióticos podrá ser indicado por el médico. Una intervención quirúrgica para lavar el seno paranasal es la última opción cuando el tratamiento o los antibióticos no resultan eficaces.
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