Las varices genitales son venas dilatadas en la vulva, la vagina y el periné que, generalmente, están relacionadas con el síndrome de congestión pélvica. No obstante, también pueden aparecer de forma aislada o ir asociadas a las varices en las piernas. Los síntomas más frecuentes son el dolor y la pesadez en la zona baja del abdomen. Concretamente, en este artículo de Apoteka, nos centramos en cómo se pueden eliminar las varices vulvares, desvelándote todo lo que necesitas saber para ello.
Según explica Agustín Arroyo Bielsa, jefe de la Unidad de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular en el Hospital Vithas Madrid Arturo Soria, el tratamiento de las varices pélvicas pasa por un procedimiento mínimamente invasivo y ambulatorio, que no requiere cirugía y que permite una incorporación inmediata de la paciente a su vida laboral.
Sin embargo, reconoce que es un dolor bastante inespecífico y crónico, que habitualmente obliga a las mujeres a consultar a otros especialistas para ir descartando enfermedades. Además, detalla que los síntomas de las varices vulvares suelen aumentar con la menstruación y pueden asociarse con dolor en las relaciones sexuales. De hecho, añade que es frecuente que esta patología se asocie a la insuficiencia venosa crónica de miembros inferiores, lo que se traduce en también varices en las piernas.
Pero, ¿cómo podemos identificarlas? Como detalla el mismo especialista, este tipo de varices se hacen visibles a través de ramificaciones hacia la vulva, las nalgas o la parte alta de la cara posterior del muslo. Y suele ser más habitual en mujeres que han pasado uno o varios embarazos.
Pablo Gallo, jefe de la Unidad de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Ruber Internacional, afirma que las varices suponen mucho más que un problema estético para la mujer. "Pueden producir pesadez genital, inclusive molestias o dolor intenso durante o después de las relaciones sexuales", defiende. De hecho, señala que estas molestias pueden intensificarse durante el verano.
Así, confirma que el ginecólogo suele ser el primer facultativo en detectarlas ya que, a través de la ecografía transvaginal, se visualizan de forma clara. Asimismo, destaca que los mismos juegan un papel relevante durante el embarazo, ya que ellos tendrán la primera sospecha diagnóstica.
Para tratarlas, ambos expertos coinciden en que el tratamiento más extendido es la embolización. "Consiste en el cierre de estas venas mediante colis o alambres, tapones y/o microespuma esclerosante", concreta Arroyo. "Se realiza mediante punción de una vena de la ingle, del brazo o del cuello y, con un catéter, se llega a las venas que salen de los ovarios y de los órganos de la pelvis", agrega.
Por otro lado, puntualizan que existen otros casos especiales de síndrome de congestión pélvica más raros y menos sintomáticos, como:
"En el caso de las compresiones venosas, el tratamiento consiste en implantar un stent que cumple la función de muelle para evitar que la vena se comprima por las estructuras que la pinzan", concluye Gallo.
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