Necrosis cutánea: qué es y cómo tratarla
La necrosis cutánea se produce por la falta de suministro de sangre.
La necrosis cutánea es la muerte patológica de un conjunto de células o tejido del organismo
Es posible que una parte de nuestro tejido corporal se muera mientras nosotros seguimos vivos. Este hecho se denomina necrosis cutánea y los expertos nos cuentan a continuación cuáles son sus características.
"La necrosis cutánea se define como la muerte patológica de un conjunto de células o de cualquier tejido del organismo, debida a un agente nocivo que ha provocado una lesión tan grave que no se puede reparar o curar; por ejemplo, el aporte insuficiente de sangre al tejido o isquemia, o un traumatismo", explica el Servicio de Dermatología del Hospital de Viladecans de Barcelona en su artículo 'Diagnóstico de la necrosis cutánea'. "Cuando hay áreas extensas de muerte tisular debido a la falta de suministro de sangre, y presentan infección bacteriana asociada y descomposición, se denomina gangrena", añade.
Los profesionales apuntan que es un "proceso grave", ya que una vez que se ha producido y desarrollado es irreversible y los médicos tienen que actuar con rapidez para encontrar la causa y administrar el tratamiento adecuado.
Causas de la necrosis cutánea
La necrosis cutánea puede estar ocasionada por diferentes factores como:
- Agentes exógenos: en esta categoría entran los químicos (ácidos y álcalis), físicos (radioterapia, quemaduras, congelación, úlceras por presión y fármacos).
- Infecciones: ectima, fascitis necrosante, gangrena gaseosa o meningococemia aguda.
- Oclusión vascular por depósito de sustancias, vasculitis necrosantes o alteraciones de la hemostasia
- Otras causas: pioderma gangrenosa, papulosis atrófica maligna, dermatomiositis, etc.
"La oclusión vascular puede deberse a un depósito de sustancias en la luz del vaso, como ocurre en las crioglobulinemias, en el síndrome antifosfolipídico y la enfermedad por émbolos de colesterol; o depósito de sustancias en la luz del vaso, como en la calcifilaxia", detallan los autores.
Síntomas de la necrosis cutánea
Respecto a sus síntomas, los dermatólogos indican que aparecen:
- Áreas violáceas o negruzcas cubiertas por una escara
- Concretamente, la escara consiste en "una necrosis circunscrita del tejido que se presenta a modo de una placa de color negro, de límites netos, dura y adherida".
Para el diagnóstico es importante conocer el contexto clínico del paciente. Es decir, los antecedentes patológicos, otros síntomas sistémicos o cutáneos acompañantes las enfermedades asociadas y los datos de laboratorio tras los análisis pertinentes.
Necrosis cutánea por infección
Por otro lado, la necrosis cutánea por infección de los tejidos blancos es una de las más frecuentes y "potencialmente peligrosa". "Pueden adquirirse en la comunidad o en el medio hospitalario. Las adquiridas en la comunidad pueden darse en individuos previamente sanos, aunque con mayor frecuencia se ven en pacientes inmunodeficientes, con cáncer avanzado, ancianos, diabéticos, tratados con corticoides o afectados de sida", señalan los dermatólogos.
La infección necrosante debe sospecharse cuando:
- Hay síntomas sistémicos como fiebre, taquicardia, hipotensión y sudoración.
- Aparece edema e induración más allá del área de eritema
- En el caso de que se presenten lesiones cutáneas en forma de ampollas, flictenas o placas de necrosis
- En ausencia de linfangitis y supuración
- Ante una mala evolución a pesar del tratamiento antibiótico adecuado
Asimismo, si se trata de una necrosis cutánea causada por oclusión vascular la rápida instauración de tratamiento anticoagulante "evita casi siempre la reaparición de fenómenos trombóticos".