Cómo ponerse las lentillas correctamente

Aunque las lentillas son una opción muy cómoda para aquellos que presentan problemas oculares como miopía, astigmatismo u otros trastornos, no todos los pacientes se muestran satisfechos con ellas. En este sentido, los afectados pueden tener problemas que abarcan desde las dimensiones de la propia lente y su composición, hasta otros relacionados con su colocación en el ojo. En este artículo de Apoteka, te explicamos cómo hay que ponerse las lentillas, así como otras pautas a tener en cuenta antes de ejecutar esta acción.

Generalmente, las lentillas o lentes de contacto se utilizan para salvar los defectos refractivos de la vista como la miopía, hipermetropía y/o astigmatismo. A diferencia de las gafas, las lentillas tienen la ventaja de ofrecer un mayor campo visual, ya que se colocan sobre la película lagrimal que cubre la superficie del ojo.

Tienen un aspecto curvado, transparente y son muy finas. Actualmente, las lentes de contacto pueden ser blandas o duras y, dependiendo de su durabilidad, pueden utilizarse durante solo un día o hasta un máximo de un mes.

¿Cómo ponerse las lentillas?

En cuanto a la forma correcta de introducir la lentilla en el ojo, los expertos de Sanitas defienden que "lo primero" a tener en cuenta en esta situación es la higiene. "Lavarnos las manos con jabón y enjuagarlas a la perfección será fundamental", avisan. De hecho, destacan que la suciedad no es el único agente perjudicial, sino que también pueden irritar la zona restos de cremas y lociones. Así, los especialistas comparten las siguientes pautas:

Lavarse las manos y secarlas con una toalla limpia
Sacar la lentilla de su caja y buscar la posición correcta, es decir, con los bordes hacia dentro de forma que tenga la estructura de un cuenco
Colocarla en el extremo del dedo índice de aquella mano que te resulte más fácil
Sujetar hacia abajo el párpado inferior apoyando sobre la base de las pestañas el dedo corazón de la misma mano en la que tienes la lentilla
Levantar el párpado superior con ayuda los dedos de la otra mano
Mirar hacia arriba mientras la vas acercando con el dedo
Depositar la lentilla en la cornea
Parpadear varias veces suavemente hasta que la lente quede correctamente colocada

Otras precauciones para cuidar las lentillas

Por otro lado, advierten de que es conveniente abrir el estuche donde guardamos las lentillas en una superficie lisa, lejos de agentes contaminantes que pueden llegar a depositarse accidentalmente en el líquido. "Una alternativa muy recomendable es enjuagarlas con un chorrito de la solución limpiadora directamente sobre la yema del dedo e inclinarlas para que caiga el sobrante", aconsejan.

En este sentido, indican que el uso incorrecto de las lentillas puede ocasionar múltiples afecciones en el ojo que, además, obliguen a dejar de utilizarlas, ya sea temporal o definitivamente. Por ello, avisan de los siguientes peligros:

Ducharse o nadar con las lentillas puestas es "una pésima idea". El agua presente en estos entornos puede contener un microorganismo conocido como Acanthamoeba que, de alcanzar los ojos podría causar desde infecciones muy dolorosas hasta, incluso, ceguera.
Si no dispones de tu estuche ni de líquido, no las guardes nunca en agua del grifo ni tampoco aproveches la saliva. Contiene cientos de bacterias y, además, no las conservará en ningún modo.
No utilizar lentillas caducadas. Alargar el tiempo de vida útil puede conllevar infecciones y tener incluso consecuencias graves.
Prohibido dormir con lentillas. "Al cerrar los párpados lo que harás es incrementar ese efecto barrera, pudiendo dar lugar a irritaciones en el mejor de los casos y a infecciones como la queratitis microbiana, entre otras", indican.