Dermatitis vulvar: qué es y cómo acabar con ella
Puede originarse por la exposición repetida a sustancias irritantes o por un alérgeno
Las molestias íntimas limitan las relaciones sexuales y actividades cotidianas como caminar o montar en bici
Las molestias íntimas son afecciones frecuentes en mujeres de todas las edades. Una de cada cinco mujeres presenta dolores, dispareunia, sequedad y prurito vulvar. El calor, la humedad y la fricción debilitan la función de la barrera de la piel y contribuyen a la irritación de la vulva. Unas molestias que limitan las relaciones sexuales y actividades cotidianas como caminar o montar en bici.
Existen dos tipos de dermatitis vulvar en función de su origen: la dermatitis de contacto irritativa (DCI) y la dermatitis alérgica de contacto (DAC).
En este artículo de Apoteka te contamos detalladamente en qué consiste cada una y qué soluciones hay para calmar los síntomas.
Causas de la dermatitis vulvar
Mientras que la dermatitis irritativa puede desencadenarse por la exposición repetida a sustancias o materiales irritantes, la dermatitis alérgica se produce por un alérgeno al que la mujer está previamente sensibilizada. Los más comunes son:
- Detergentes para ropa, suavizantes y láminas para la secadora.
- Papel higiénico de color o con aroma y toallitas húmedas para adulto o bebé con sustancias irritantes.
- Productos sanitarios, incluyendo tampones y compresas.
- Jabones y sales de baño, así como champús y acondicionadores.
- Productos de higiene vaginal o lubricantes, incluyendo perfumes y desodorantes.
- Fluidos corporales (saliva, sudor o semen).
- Hábitos de higiene incorrecta: limpiarse de atrás a adelante.
- Ropa interior inadecuada.
- Depilaciones extremas que eliminan el vello por completo.
- Tintes para vello púbico.
- Anticonceptivos tópicos, geles, espumas y lubricantes.
- Preservativos de látex o que contienen lubricantes o espermicidas.
- Anestésicos, antibacterianos, antimicóticos y corticosteroides tópicos.
- Tratamientos tópicos para otras enfermedades.
- Anillos, pendientes y otros adornos genitales o juguetes sexuales metálicos
Además, la dermatitis vulvar también puede estar relacionada con cambios hormonales, infecciones o patologías dermatológicas.
En el primer caso, se encuentra la sequedad vaginal que genera la menopausia. Una causa que también puede estar presente en mujeres más jóvenes debido al uso de medicamentos, como la píldora anticonceptiva, patologías como la diabetes o situaciones de gran estrés.
Molestias íntimas como escozor, picor y sequedad también pueden ser síntomas de patologías dermatológicas de la zona genital. Un grupo en el que se incluyen además la psoriasis y la dermatitis atópica.
Soluciones para prevenir la dermatitis vulvar
Para cualquiera que sea el origen, los especialistas recomienda lavar la ropa interior con productos específicamente formulados, utilizar dermocosméticos sin alérgenos y cuidar la higiene íntima con productos que respeten el pH vaginal.
Además, la farmacéutica Teresa Bonnin también aconseja:
- Jabones suaves.
- Compresas y tampones de algodón sin perfumes ni otros componentes químicos.
- Lubricantes específicos para mantener relaciones sexuales.
- Emolientes libres de conservantes alérgenos.
Por otro lado, a la hora de la higiene dice que es conveniente evitar los lavados vaginales y usar pequeños movimientos de presión suave para secar la vulva después del baño
"La educación de la paciente con respecto a la higiene vulvar y el cuidado de la piel es la base para el manejo óptimo de las dermatosis inflamatorias de la vulva", dice la experta. "Estas condiciones pueden desencadenarse o empeorar mediante una higiene agresiva y nuestra función como farmacéuticos es orientar a las pacientes sobre la necesidad de un mantenimiento personalizado a largo plazo para lograr resultados óptimos", añade.
Nunca hay que subestimar la dermatitis genital. Es importante acudir a un médico especialista que determine el tratamiento más adecuado si existe un problema dermatológico. El correcto diagnóstico y un tratamiento personalizado evitarán que la situación evolucione hacia una inflamación crónica.