Dieta BRAT: qué es y cuáles son sus riesgos

Existen decenas de dietas y cada una cumple un objetivo. Las hay para adelgazar, para ganar músculo e, incluso, para reponerse después de una gastroenteritis. Precisamente, en este artículo de Apoteka nos centramos en la última, conocida como la dieta BRAT.

La dieta BRAT es uno de esos trucos para aliviar los problemas estomacales que ha pasado de generación en generación sin que nadie tenga del todo claro si transmitirla era buena idea. En las próximas líneas, te desvelamos en qué consiste y si, efectivamente, ya no es la mejor opción para estas situaciones.

BRAT es acrónimo de banana, rice, apple sauce y toast, términos que traducidos al español significarían: plátano, arroz blanco, puré de manzana y tostadas. Alimentos que, como no puede ser de otra forma, recuerdan a la nutrición que debes seguir cuando te encuentras mal del estómago o tienes problemas intestinales.

Pero, ¿es efectiva frente a estos trastornos? Según una publicación en Elsevier de Raúl Acuña, del Departamento de Gastroenterología en Clínica Las Condes (Chile), este tipo de alimentación ha mostrado una "utilidad limitada". De hecho, señala que "no hay muchos estudios que objetivamente demuestren que restricciones particulares de la dieta mejoren la evolución de los síntomas".

Así, advierte de que la dieta BRAT puede incluso provocar una intolerancia transitoria a la lactosa durante algunos episodios de diarrea aguda. Por ello, indica que "parece razonable" recomendar durante el tratamiento productos sin lactosa, que ya se pueden encontrar fácilmente en los supermercados.

Asimismo, añade que en una diarrea moderada y/o severa el primer objetivo es mantener la hidratación y asegurar el equilibrio electrolítico. Por ello, aconseja soluciones de rehidratación oral en cuyo etiquetado aparezca que no ocasionan vómitos.

¿Cuándo es aconsejable recurrir a la dieta BRAT?

Según los expertos, la alimentación basada en plátanos, arroz blanco, puré de manzana y tostadas se pone en marcha cuando se experimentan problemas como vómitos, diarreas o malestar intestinal. Todos son alimentos de fácil digestión que consiguen aportar nutrientes esenciales pero resulta carente en algunos elementos importantes, como las proteínas. Por este motivo, no debe ser sostenida durante más de dos días.

Según la Clínica Universidad de Navarra, los síntomas más frecuentes de la gastroenteritis aguda son diarrea, asociada o no a vómitos, y dolor abdominal tipo retortijón, con constante sensación de defecar. No suele cursar con fiebre ni malestar general y, lo más común, es que desaparezca a los 3-5 días. Para tratarla ellos recomiendan:

Dejar de comer alimentos sólidos para que el estómago se calme.
Evitar los productos lácteos, la cafeína, el alcohol, la nicotina y los alimentos azucarados, grasos o muy condimentados.
Beber mucho líquido, en sorbos pequeños y frecuentes, incluidos caldos o sopas suaves, bebidas deportivas diluidas sin cafeína y fórmulas de rehidratación.
Se aconseja volver a comer lentamente con alimentos fáciles de digerir, como galletas saladas, tostadas, plátanos, arroz y patatas.
Descansar lo suficiente y reducir la cantidad de actividad.
En cuanto al uso o no de tratamiento antibiótico, dependerá del organismo causal, así como de la gravedad de la infección y del estado inmunológico del paciente. Sin embargo, concretan que "en la mayoría de los casos" no beneficia en absoluto, sobre todo, cuando un virus sea el culpable.