Los chupetes son el complemento más característico que suele acompañar a los bebés desde que nacen. Fue inventado en 1949 por dos médicos alemanes que idearon esta herramienta como un método para 'calmar los llantos de los recién nacidos'.
Desde entonces, ha pasado a ser una herramienta utilizada por los padres para tranquilizar y relajar a sus hijos. Una larga historia en la que estos chupetes han ido evolucionando y mejorando con el paso de los años. Disponibles en las farmacias, en el caso concreto de los recién nacidos existen una serie de indicaciones a tener en cuanta para saber elegir un determinado tipo de chupete.
Desde las oficinas de farmacia explican que no todos los chupetes son iguales ni todos cumplen con las mismas características. Para saber cuál es el mejor chupete para tu bebé, debes conocer las diferencias entre los materiales disponibles y las formas anatómicas que existen.
En las boticas, encontrarás dos tipos diferentes de chupetes según el material con que se hayan fabricado:
En la farmacia también indican que existen distintos modelos de forma anatómica que puede adaptarse a las necesidades de un bebé o de otro. Estos son los siguientes:
Además, la farmacéutica Raquel Izquierdo recuerda que dentro de la farmacia pueden encontrarse distintos complementos para el cuidado y el mantenimiento de estos chupetes. Desde cajas para almacenarlos hasta correas para sujetarlos o limpiadores específicos de chupete. También existe la posibilidad de comprar solo recambios de tetinas para ir reemplazándolas a medida que se vayan desgastando con el tiempo o con el uso.
Por último, la especialista en farmacia comunitaria recomienda preguntar siempre al farmacéutico para saber cuáles son los chupetes que mejor puedan adaptarse al bebé o recién nacido dependiendo de sus hábitos o tipo de alimentación.
Desde el Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría recomiendan que el uso del chupete comience en los recién nacidos amamantados pasados los primeros días de vida.
Habitualmente aconsejan que se empiece con el chupete al mes de vida del recién nacido, periodo en el que comienza “el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante”, recalcan.
En este sentido, la AEP recuerda que estudios recientes han relacionado el uso del chupete con una reducción del riesgo de muerte súbita del lactante, sobre todo durante el sueño. También recuerdan que otros beneficios del chupete, que han sido estudiados y demostrados, son los de efecto analgésico y como estímulo de la succión no nutritiva, aquella que realizan los bebés con el pecho vacío o con su propio dedo a modo de calmante.
Para finalizar, destacan que siempre que los padres tengan dudas lo más recomendable es acudir al pediatría para que sea este el que valore la viabilidad del chupete en el menor.
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