Reducir el colesterol alto con la alimentación, un reto al alcance de todos
Cambiar hábitos alimenticios en el día a día puede ayudar a mejorar los niveles de colesterol.
El 20 por ciento de la población de más de 18 años presenta niveles altos de colesterol en sangre
El colesterol alto es uno de los factores de riesgo asociados a la posibilidad de sufrir una enfermedad cardiaca. A través de la alimentación, se puede ayudar a controlar estos niveles de colesterol.
En España, un 20 por cierto de la población de más de 18 años tiene niveles de colesterol superiores a los recomendados, según un estudio de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
Además, es importante conocer que existen dos tipos de colesterol para cuidar tu corazón: el conocido como 'bueno' (HDL), y el denominado 'malo' (LDL). Dos valores que suelen aparecer en los resultados de las analíticas de sangre junto al valor del colesterol total.
Factores que aumentan el colesterol
Existen distintos factores que provocan el aumento de estos niveles de colesterol en sangre. Entre ellos, los expertos de la Fundación del Corazón destacan los siguientes:
- La alimentación. Dietas basadas en un alto consumo de grasas animales, saturadas y alcohol.
- Pacientes con patologías endocrinas y renales.
- Pacientes que se someten a tratamientos médicos con determinados fármacos.
- Predisposición genética. En este punto, los especialistas destacan que la hipercolesterolemia familiar produce por mutaciones en el gen que codifican los receptores encargados de eliminar el colesterol en sangre. Esto provoca un aumento de los niveles del colesterol conocido como 'malo' (LDL).
En este punto, controlar la alimentación es un paso fundamental para lograr unos niveles más equilibrados de colesterol. Reduciendo de esta manera el riesgo de padecer enfermedades cardiacas.
Reducir colesterol
Los expertos de la Fundación del Corazón recomienzan esta serie de pautas para llevarlas a la alimentación y prevenir el colesterol alto:
- Reduce el consumo de grasas animales. Se recomienda consumir solamente entre un 30 y 35 por ciento de estas grasas, de las cuales, deberán proceder de pescado y aceite de oliva virgen.
- Minimizar el consumo de grasas saturadas lo máximo posible evitando que sea menos de un 10 por cierto de la dieta.
- Adiós a las grasas poliinsaturadas. Los expertos aconsejan que la ingesta sea menos de un 7 por ciento.
- Tomar entre 20-30 gramos de fibra al día.
- Llevar una dieta donde el 50-55 por ciento de esta esté formada por hidratos de carbono y un 15 por cierto de proteínas.
Por último, recomienda realizar pequeños cambios en el día a día como consumir lácteos desnatados en lugar de enteros, utilizar aceite en lugar de mantequilla y escoger carnes magras con poca grasa. En cuanto a los alimentos ultraprocesados, embutidos y yemas de huevo, aconsejan evitarlos completamente.