Con la llegada de septiembre, llegan también los nuevos propósitos: dejar de fumar, ir al gimnasio y, por supuesto, ponerse a dieta. Son muchas las personas que optan por comenzar dietas que no se basan en una alimentación saludable y pueden poner en riesgo la salud. Una de ellas es la famosa dieta detox que, además de adelgazar, se concibe como una manera de alimentación para "depurarnos" tras los excesos.
Normalmente, la dieta detox se basa en el consumo de zumos de frutas y verduras. Algo que expertos de Sanitas consideran "una forma muy pobre de nutrir el organismo". En este sentido, comentan que, aunque los alimentos indicados en esta dieta son las frutas y verduras y constituyen la base de una alimentación sana, éstos "se han de consumir de forma íntegra para aprovechar sus propiedades, es decir, no deberían pasar por la licuadora, ya que lo que se consume cuando se transforma la fruta en líquido es fructosa (azúcar), y en el caso de las verduras, agua". "En definitiva, es así como se pierde la mayor parte de la fibra que contienen estos alimentos”, aseguran.
Además, dejamos de introducir proteínas y grasas en el cuerpo, esenciales para regenerar los tejidos y el correcto funcionamiento de órganos como el cerebro o el corazón. "Hay falta de dos macronutrientes: las proteínas y las grasas. De ahí que recurrir a dietas detox durante largos periodos de tiempo puede generar una importante pérdida muscular". Además, detallan que si el individuo no realiza ejercicio físico también puede derivar en sarcopenia, que es la pérdida degenerativa de masa muscular y fuerza.
Asimismo, indican que los zumos detox que vienen ya preparados suelen contener un gran exceso de azúcares. Esto tiene como consecuencia el efecto contrario a lo buscado. El azúcar tiene las mismas calorías que las proteínas, pero ambas cuentan con funciones distintas. El azúcar aporta energía, mientras que las proteínas regeneran tejidos. Así, si no se 'quema' ese azúcar a través de una actividad física intensa, este se convertirá en grasa acumulada.
Igualmente, los expertos reconocen que otros peligros principales de esta dieta son:
Por todo ello, la recomendación general es evitar este modelo de dietas que "ni depuran ni adelgazan", y optar por una alimentación saludable en la que consumir vegetales enteros y no triturados. Además, se hace hincapié en la necesidad de consumir alimentos ricos en proteínas de calidad, lo que de por sí ayudará al hígado en su función depurativa y proporcionará los nutrientes necesarios. Estos factores, junto a la actividad física, son las verdaderas claves para bajar de peso si lo necesitamos, concluyen los profesionales.
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