Varices testiculares: ¿Deberían preocuparte?

Podemos encontrar varices en numerosas partes del cuerpo como las piernas o los pechos. De hecho, se pueden ver hasta en los testículos. No obstante, esta patología relacionada con las venas de esta zona puede tener escondidas otras consecuencias. En este artículo, los profesionales abordan qué son las varices testiculares o varicocele, cuáles son sus síntomas y si deben preocuparnos.

"El varicocele es una dilatación varicosa de las venas del plexo pampiniforme, que drenan los testículos. Aunque el varicocele es la anormalidad más frecuente asociada con infertilidad, más del 80 por ciento de los varones con varicocele son fértiles" explica Jesús Gracia, médico especializado en Urología Pediátrica. De hecho, en el 30 por ciento de las parejas infértiles aparece esta patología.

En cuanto a su incidencia, afecta al 6 por ciento de los niños de 10 años y al 15 por ciento de los mayores de 13 años, un porcentaje muy similar al de los adultos. Las edades más comunes de aparición son entre los 15 y los 25 años. Según los estudios científicos, parece que esta patología afecta a la calidad del semen. Concretamente, a los adultos, en la densidad; y a los adolescentes, en la movilidad.

Tipos de varices testiculares

En cuanto a los tipos de varices testiculares, Gracia distingue entre los siguientes en su artículo 'El pediatra ante los procesos más frecuentes de Urología pediátrica', publicado Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap):

Varicocele subclínico o intratesticular: no es palpable y solo se diagnostica a través de una ecografía.
De grado I: en este caso es palpable en la maniobra Valsalva (exhalar aire con la boca cerrada y nariz tapada)
Varices testiculares de grado II: se puede palpar en reposo pero no es visible.
De grado III: es tanto visible como palpable en reposo.

Síntomas de las varices testiculares

Aunque los pacientes no suelen tener síntomas, según la Asociación de Urología de Nueva York, quienes notan molestias refieren:

Pesadez y dolor en la zona del escroto.
Aumento del tamaño de las venas, que se agrandan al realizar esfuerzos físicos o estar de pie.
Apariencia de venas agrandadas y retorcidas que se pueden sentir en el escroto.
El testículo mengua y parece más pequeño.

"Lo más frecuente es encontrarlo en un examen médico de rutina, pero puede presentarse como una inflamación del escroto, clásicamente comparado con una 'bolsa de gusanos'", señala Gracia.

Tratamiento de las varices testiculares

Generalmente, se suele recurrir a la cirugía para tratar las varices testiculares que tienen síntomas o cuyo tamaño supone una molestia. Por ello, el experto recomienda tener en cuenta la edad del paciente, el grado del varicocele y el tamaño testicular antes de operar.

"Aunque las indicaciones para la intervención quirúrgica son variables, se suele recomendar la intervención quirúrgica si la diferencia de tamaño testicular es mayor de un 20 por ciento, si el semen es anormal o si presenta síntomas", subraya Gracia.

Pero también hay muchos hombres que conviven con varices testiculares sin necesidad de tratamiento. Lo mejor es que el médico valore si necesita intervención quirúrgica y que se mantenga un seguimiento para ver la evolución de esta patología.