Aciano: usos y beneficios de esta planta medicinal
El aciano está espacialmente indicado para afecciones de los ojos y la piel.
Sus flores azules poseen propiedades farmacológicas y es fácil encontrarla en el norte de España
El aciano es una planta herbácea originaria de las ciudades del sur y centro de Europa que puede alcanzar un metro de altura. Sus hojas son finas y su tallo es tan suave que casi parece terciopelo. No obstante, la reconocerás porque luce una llamativa flor de un intenso color azul con múltiples propiedades. En este artículo de Apoteka, te contamos todos los beneficios y usos de esta planta medicinal.
El aciano florece principalmente en primavera y verano y es una de las plantas más fáciles de cuidar, ya que necesita muy poco mantenimiento. Sus flores azules poseen propiedades farmacológicas y son la causa del característico color azulado de todos los productos que la contienen.
En España, se encuentra en casi todo el norte de la península ibérica y suele aparecer en los campos de cereales antes y después de la siega, en los prados y tierras abandonadas sin cultivar, así como en los bordes de caminos y carreteras. Cuando conozcas sus propiedades, seguro que quieres cultivar alguna en tu jardín.
¿Cuáles son las propiedades del aciano?
El agua de aciano se extrae a través de la destilación por vapor, un sistema que asegura que la flor mantiene todas sus propiedades intactas, garantizando así que se conservan todos los beneficios de la planta.
Al contener sus pigmentos azules mucílagos, flavonoides, antocianinas, taninos y lactonas, el aciano está especialmente indicado para el cuidado de la piel, los ojos y el estómago. De hecho, los expertos de Elsevier aseguran que el agua de aciano es el tratamiento perfecto para los ojos más sensibles y para las pieles grasas o acneicas. Asimismo, señalan que facilitan la digestión gracias a su efecto diurético.
Según diferentes farmacéuticos, los principales beneficios del aciano son:
- Efecto antiinflamatorio. Permite calmar la irritación y descongestionar el rostro, sobre todo los ojos, que se suelen ver más afectados por la inflamación. Concretamente en la conjuntivitis, los baños oculares con agua de aciano, y también los colirios, ayudan a eliminar las secreciones (legañas) y la congestión ocular. También ayuda a que desaparezca la blefaritis (inflamación de los párpados) y los orzuelos, aunque en estos casos se recomienda aplicar el agua de aciano en gasas estériles o en baño ocular.
- Propiedades astringentes. Es una planta perfecta para usar como tónico para cerrar los poros después de lavarse la cara y así calmar, hidratar, estimular y/o revitalizar la piel.
- Calmante. El agua de aciano permite calmar la piel y suavizar los efectos de los cambios drásticos de temperatura sobre el rostro. Además, reduce las rojeces y los granitos derivados del vapor de agua que generamos al respirar.
- Acción antiséptica. Sus propiedades astringentes no solo permiten usarlo como un tónico para equilibrar el pH de la piel, sino que también consigue combatir los granitos en las pieles con tendencia acneica.
- Estimulante del apetito, ya que depura el estómago y actúa como diurético. Se aconseja tomarlo como infusión antes de las comidas sin endulzar demasiado la bebida y tomando como máximo tres tazas al día.
- Antibiótico. También se utiliza en dolores dentales, llagas en la lengua, labios inflamados y sobre encías sangrantes o irritadas.
- Descongestionante. Se puede calentar en agua hirviendo y usarlo como un baño de vapor contra los catarros bronquiales.