Alergia a los ácaros del polvo: causas y síntomas

La alergia a los ácaros es uno de los trastornos más comunes entre la población general. Dentro del hogar, estos insectos viven en el polvo doméstico y se acumulan fundamentalmente en alfombras, tapicerías, edredones, almohadas, colchones y, en general, en todos los materiales textiles, incluyendo juguetes de peluche y la ropa.

Se trata de unos artrópodos que se alimentan fundamentalmente de escamas humanas. No obstante, como señalan desde la Universidad de Navarra, su propagación dependerá de las condiciones climáticas de nuestra casa. Así, especifican que el desarrollo y propagación de los ácaros del polvo doméstico depende fundamentalmente de la humedad relativa y de la temperatura.

"Las condiciones óptimas se dan a temperaturas entre 20 y 30 grados centígrados y humedades relativas del 65 al 80 por ciento (por debajo del 50 por ciento de humedad, prácticamente no pueden vivir)". Con todo, advierten de que "este tipo de clima es el habitual en nuestro entorno durante gran parte del año, salvo en los meses invernales".

Síntomas de la alergia a los ácaros

Según los mismos expertos, los síntomas más habituales de este tipo de alergia son:

Secreción nasal
Estornudos
Tos seca
Picor de nariz y ojos
Asma bronquial
Dificultad para respirar
Ruidos torácicos (pitidos o silbidos)
Opresión en el pecho

En este sentido, médicos de Quirónsalud afirman que la alergia a los ácaros puede afectar a la salud de diferentes formas, alterando la calidad de vida de las personas que la sufren. "Dentro de estas alteraciones se pueden producir reacciones importantes, como episodios de asma severos, de difícil control", alertan. "Es una alergia que debe tomarse en serio", subrayan.

Pero, ¿sabes qué puedes hacer para mejorar los síntomas? A continuación te dejamos una serie de recomendaciones para reducir los problemas que esta alergia pudiera causarte.

Consejos y tratamiento contra la alergia a los ácaros

Sanitas destaca que la disminución de la contaminación de ácaros en el ambiente doméstico condiciona una disminución de síntomas y aconseja:

Reducir la humedad interior de la casa con deshumificadores o abriendo ventanas
Tener los muebles indispensables en la habitación. En el caso de los niños, deben prohibirse los juguetes de paño o de peluche
Ventilar la habitación en las horas de mayor insolación y después de la limpieza diaria
Emplear un paño húmedo para eliminar el polvo y evitar así que se traslade de un lugar a otro de la habitación
El colchón y la almohada deben ser de goma espuma látex o de material acrílico
Lavar la ropa de cama a temperaturas calientes de 50 grados
Quitar las moquetas y sustituirlas por suelos de madera, vinilos o cerámica
Cambiar los muebles tapizados en tela por cuero, vinilo, etc.
Cambiar las cortinas de tela por láminas de vinilo u otros similares
Evitar vivir en pisos bajos
Usar aspiradoras con potencia adecuada y filtros HEPA o de agua

En cuanto al tratamiento, la Universidad de Navarra recuerda que la medicación resulta "muy eficaz", como es el caso de los antihistamínicos, corticoides tópicos y otros fármacos. "Es importante saber que todos estos tratamientos mejoran y controlan los síntomas pero no curan la alergia", indican. "Hoy en día solo hay un tratamiento que puede inducir una tolerancia al alérgeno: las vacunas", concluyen.