La alimentación en los bebés suele ser un tema que produce muchas incertidumbres en los padres. Conocer las distintas etapas en las que se pueden ir incorporando distintos alimentos es crucial. Una tarea en la que la farmacia puede ser una gran aliada.
En los primeros seis meses de vida del recién nacido se recomienda la lactancia materna de forma exclusiva, según las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el caso de las madres o de los bebés que no puedan acceder a esta lactancia materna y tengan que recurrir a la artificial, desde la farmacia recomiendan las leches de fórmulas de inicio para estos casos.
Una vez superada la etapa de los seis meses, se abren distintas posibilidades en la alimentación de los bebés.
Cuando los pequeños cumplen seis meses de vida, la lactancia exclusiva para a estar combinada con otro tipo de alimentos. En este sentido, el movimiento baby led weaning o 'destete dirigido por el bebé' defiende la autonomía del bebé para dejar a un lado los purés e introducir alimentos sólidos previamente cocidos.
En esta etapa, se recomienda la introducción de cereales sin gluten, las frutas y las verduras. También desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Aragón recuerdan que a partir de los cuatro meses se puede introducir alimentación sólida complementaria, pero recalcan que debe ser el pediatra quien lo indique porque “todo depende de la situación particular de cada bebé”.
A los siete meses de vida del bebé se pueden introducir la carne y el pescado en su dieta. Para aquellos padres que quieran seguir el modelo baby led weaning, este se puede realizar con carnes magras cocidos y desmenuzados. No se recomienda introducir carnes procesadas como embutidos o salchichas.
En el caso de los potitos, la farmacia ofrece una amplia variedad de productos que mezclan distintos ingredientes como verduras y carne, o verduras y pescado.
A partir del octavo mes también se puede introducir en la alimentación del bebé la yema del huevo.
En el periodo que va de los nueve a los doce meses, los bebés pueden ir disfrutando de más variedad en sus platos. Cuando cumpla nueve meses, ya se puede incorporar el huevo completo a su dieta, sin necesidad de separar la yema y la clara.
Cuando cumpla su primer año de vida también se puede comenzar a introducir la leche y sus derivados como queso o yogurt. En el caso de las legumbres, estas pueden entrar a formar parte del menú del pequeño a partir de su primer año de vida.
Por último, desde la oficina de farmacia recomiendan consultar tanto con sus profesionales como con los pediatras cualquier duda que se tenga sobre la introducción de alimentos en la dieta del bebé. Estos deben basarse en el desarrollo y características de cada pequeño.
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