¿Cómo afectan los lubricantes al embarazo?

Durante el embarazo disminuye el nivel de estrógenos, lo que deriva en sequedad vaginal. Para hacer frente a este problema, es común emplear lubricantes. Pero, ¿se recomienda el uso de estos productos durante esta etapa? En este artículo de Apoteka, te explicamos si existen contraindicaciones en el embarazo a la hora de usar un lubricante durante las relaciones sexuales.

Expertos de Elsevier aseguran en una publicación que las consultas por sequedad vaginal son muy frecuentes en farmacia. Según los profesionales, son muchas las mujeres que acuden a la botica para encontrar una solución a esta patología, incluso aquellas que están en medio de un embarazo. Una fase que, según advierten, también se caracteriza por sufrir ciertas anomalías en la zona genital.

Como explican, el síntoma más común de la sequedad vaginal es el dolor durante la relación sexual o dispareunia, que se produce por la falta de fluido en la mucosa vaginal, necesario para soportar la fricción. No obstante, pueden manifestarse otras sensaciones que pueden estar asociadas a la sequedad vaginal, como picazón, sensibilidad e irritación o inflamación en la zona genital.

Entre las causas de la sequedad vaginal, la más habitual es la falta de estrógenos. "La cantidad y la viscosidad de la mucosidad vaginal varían en el transcurso del ciclo menstrual, debido a la fluctuación en la producción de estas hormonas sexuales", comentan.

"Los estrógenos se producen principalmente durante la fase de maduración del óvulo, cuando éste aún no ha sido liberado del ovario (es el momento del ciclo menstrual de mayor lubricación vaginal). Por esta razón, durante la menstruación la capacidad de lubricación se reduce ostensiblemente", añaden y avisan de que estos desequilibrios también se repiten durante el embarazo y la lactancia.

Lubricante y embarazo

Según subrayan los mismos especialistas, la sequedad vaginal mejora con la aplicación de hidratantes vaginales tópicos no hormonales y lubricantes. "Estas cremas vaginales no solo hidratan la zona vaginal sino que también favorecen la flexibilidad y la elasticidad de la mucosa", defienden.

Sin embargo, avisan de que antes de adquirir este tipo de producto hay que tener en cuenta las siguientes indicaciones:

• Deben ser formuladas con una base hídrica, es decir, que sean solubles en agua
• Usar formulaciones en forma de gel ligero, de fácil aplicación y que mantenga su eficacia en la zona durante bastante tiempo
• No debe contener ni esencias ni sabores, ya que estos ingredientes pueden producir irritaciones en el área genital
• Omitir el uso de vaselinas o aceites minerales, ya que pueden adherirse a la mucosa vaginal y alterarla e, incluso, favorecer el desarrollo de diversos microorganismos
• En el caso de utilizar preservativos, la vaselina puede favorecer la rotura del látex de los profilácticos

Por otro lado, en Elsevier destacan que cada etapa en la vida de la mujer se caracteriza por un pH vaginal específico y una flora vaginal determinada. Así, aconsejan que durante la edad fértil se acuda a un lubricante que presente un pH ligeramente ácido, de manera que sea lo más parecido al pH natural de esta parte del cuerpo para que resulte "menos agresivo", es decir, no superior a 5. Mientras que en la menopausia y en la preadolescencia el pH de la vagina es neutro y, por tanto, las cremas hidratantes vaginales por las que apuestan tienen que respetar este pH 7.