Cómo combatir la dermatitis en la cara de un bebé

¿Tu bebé tiene la cara roja? Mucho cuidado, ya que puede estar sufriendo dermatitis en su suave piel. No es inusual que esto ocurra, por ello, en este artículo abordamos qué hacer si nuestro bebé tiene dermatitis en la cara. Generalmente, se suele tratar de dermatitis atópica.

"La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria cutánea crónica, con una alta predisposición genética y de predominio en la infancia", explican desde Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (Sefac). De hecho, apuntan que es la enfermedad dermatológica más frecuente entre los pequeños y afecta a entre un 10 y un 30 por ciento de la población infantil y está aumentando la incidencia a lo largo de los años.

Algunas de las causas a las que se achacan la aparición de esta patología son: el estilo de vida occidental, la polución, el tabaquismo materno, la reducción de la lactancia materna y el aumento de la edad al ser madre.

Síntomas de la dermatitis en la cara de un bebe

Un bebé no puede expresar los síntomas que tiene, por lo tanto, los padres deben estar muy atentos a cómo reacciona y cuáles son sus manifestaciones más habituales. Los expertos señalan que los síntomas propios de la dermatitis en la cara de un bebé son:

Prurito o picor intenso
Sequedad cutánea
Eritema o enrojecimiento
Descamación
Signos de rascado
Exudación (expulsión de líquidos)

En cuanto a la localización, desde Sefac señalan que en bebés y lactantes suele afectar a las mejillas, cuello y superficies de extensión (cara externa de brazos). Mientras que en niños mayores de un año, la distribución cambia y pasa a ser la típica de la dermatitis atópica, es decir, afectación de superficies de flexión (cara anterior de codos y posterior de rodillas).

Además, indican que los pacientes con esta dermatitis pueden tener una evolución crónica con brotes intermitentes.

Medidas para tratar la dermatitis de los bebés

Para combatir la dermatitis en la cara del bebé existen medidas farmacológicas como son los corticoides, los antibióticos tópicos o los antihistamínicos. No obstante, es importante conocer otros consejos que aportan los farmacéuticos en este sentido. Los profesionales recomiendan:

Uso de cremas emolientes: ayudan a formar una capa protectora y aportan líquidos para reestructurar la barrera cutánea. Deben aplicarse una o dos veces al día, después del baño.
Higiene: es preferible dar a los bebés baños cortos de 5 a 10 minutos con agua templada. “El baño alivia el prurito, hidrata y permite limpiar la exudación y las posibles costras, favoreciendo una mayor penetración de la medicación tópica”, apuntan los expertos.
En la misma línea que el punto anterior, los productos de higiene tienen que ser sobregrasos y el uso de manoplas y esponjas está prohibido porque empeora la dermatitis.
En cuanto al secado, debe ser suave, sin friccionar ni frotar en exceso porque si no irritaremos más la epidermis del pequeño.
La vestimenta también es importante puesto que los tejidos sintéticos o las lanas incrementan la temperatura corporal y el picor. Siempre es mejor usar prendas de algodón y lino que transpiran mejor.
Por último, la temperatura y la humedad de la casa deben mantenerse y no ser excesivas ni resecar el ambiente.