¿Dolor de espalda? Evita la escoliosis con estos consejos
Entre el 70 y el 85 por ciento de la población adulta sufre problemas de espalda.
El dolor de espalda es una de las patologías más prevalentes en las consultas
¿Sabías que existen documentos sobre el dolor de espalda muchos años antes de Cristo? Pero no fue hasta la Revolución Industrial y la construcción de ferrocarriles cuando se empezó a poner de manifiesto la preocupación por el dolor de espalda.
El motivo por el que se produce el dolor de espalda ha ido evolucionando en virtud de la experiencia acumulada y la evolución tecnológica. Hoy en día se aceptan dos motivos sobre la causa de este dolor: "la patología discal y la patología de las articulaciones, que sirven para establecer criterios terapéuticos distintos", afirma Consejo General de Farmacéuticos (Cgcof).
El dolor de espalda se localiza en la parte posterior de la columna vertebral o tronco y va desde el occipucio, parte inferior de la cabeza, hasta el sacro, cinco últimas vértebras de la columna que forman la parte posterior de la pelvis. "El dolor de espalda es una de las patologías más prevalentes en las consultas y las lumbalgias mecánicas son las más frecuentes. Entre el 70 y el 85 por ciento de la población adulta sufre o sufrirá problemas de este tipo a lo largo de su vida", señala el Cgcof.
Consejos para disminuir el dolor de espalda
Los especialistas apuntan varias recomendaciones para evitar la escoliosis, curvatura lateral de la columna vertebral durante el período de crecimiento, o el dolor de espalda. No obstante, la postura y las técnicas en el manejo de objetos son aspectos fundamentales para la prevención y tratamiento del dolor de espalda. En concreto, aconsejan:
- Tener una buena condición física. En especial tener una buena resistencia muscular, una adecuada fuerza, estabilidad y equilibrio corporal.
- Calentar antes de someter a la columna a un estrés de gran intensidad.
- Mantener la espalda recta o posición neutra. La espalda responderá y tolerará mejor ejercicios de gran intensidad.
- No hacer esfuerzos solo con la espalda. Flexionar las rodillas y caderas para ejercer fuerza con estos huesos. Levantar los objetos pegados al cuerpo y de forma simétrica.
- Implicar todo el cuerpo para empujar o traccionar algo.
- En el caso de agacharse a coger objetos, variar la técnica utilizada y alternar con periodos de recuperación y descansos.
- Evitar las posturas monótonas, zapatos de tacón alto y levantar mucho peso o flexionar la columna.
- Descansar adecuadamente es esencial para la recuperación física.
- Hacer ejercicio regularmente puede ayudar a mantener la espalda fuerte, reduciendo así la incidencia del dolor.
En este sentido, desde el Cgcof subrayan que la inactividad física y el sedentarismo, la obesidad, el tabaquismo, los factores psicosociales como la insatisfacción laboral y social y el calzado inadecuado son hábitos y estilos de vida poco saludables que pueden dar lugar al dolor de espalda.
¿Qué productos ortopédicos hay en las farmacias?
En farmacia se pueden encontrar los siguientes productos (sin necesidad de receta médica) para evitar la escoliosis o dolor de espalda:
- Ortesis lumbares o fajas. Tienen un efecto de contención, limitación del movimiento, descarga y compensación de la biomecánica de la columna. Existen fajas especiales para casos de obesidad.
- Sillas y materiales ergonómicos que se adaptan a las características antropométricas de cada persona y que permiten variar la postura continuamente.
- Apoyos o respaldos que permiten repartir el peso por todo el cuerpo. Especialmente, los expertos recomiendan utilizar un respaldo o apoyo lumbar, el cual debe estar inclinado unos 20°-30° hacia atrás.
- Complementos o suplementos alimenticios a base de plantas consideradas antiinflamatorias, como harpagofito, boswelia, cúrcuma, sauce o ulmaria. También existen productos tópicos con árnica o gaulteria.
- Complementos protectores del cartílago como el condroitín-sulfato o la glucosamina, el ácido hialurónico, el colágeno y los ácido grasos con omega 3.
- Vitaminas del grupo B. Vitaminas C, D y E.
- Suplementos de magnesio, silicio o azufre.
- Analgésicos y antiinflamatorios sujetos a prescripción médica, como el paracetamol, el ibuprofeno y el metamizol.