Harina de algarroba: beneficios de su uso y recomendaciones
La harina de algarroba puede usarse en bizcochos, salsas o helados.
La harina de algarroba beneficia la flora intestinal por su contenido en fibra
Aunque la harina de algarroba es conocida por su uso en la alimentación animal o como componente en los piensos, también se ha hecho un hueco en la alimentación humana. En este artículo desgranamos sus beneficios.
Para empezar, hay que saber que las personas solo pueden consumir harina de algarroba cuando ha sido debidamente tratada. Concretamente, se debe someter a deshidratación, tostado del producto y molienda fina, con los que se obtiene un producto de aspecto y sabor similar al polvo de cacao.
"En la composición de la harina de algarroba destaca la presencia de entre un 40 y un 50 por ciento de azúcares, fundamentalmente fructosa, glucosa y sacarosa. También tiene un 5 por ciento de proteínas y muchos minerales: hierro, calcio, magnesio, zinc, silicio, fósforo y mucho potasio, lo que unido a su bajo contenido de sodio contribuye a balancear nuestra dieta tan rica en sodio", especifican desde la Región de Murcia Digital en su artículo sobre 'Alimentación y nutrición'.
En este sentido, también apuntan que no posee gluten como otras harinas, por lo que también pueden comerla las personas con enfermedad celiaca. Lo que supone una muy buena noticia.
Beneficios de harina de algarroba
Los especialistas señalan numerosos beneficios de esta harina de algarroba. Concretamente, mencionan los siguientes:
- Fibra: contiene una gran cantidad de fibra que benefician la flora intestinal, disminuyendo las bacterias e incrementando los lactobacilos. "Además, la pectina, conocida como espesante, tiene otras propiedades: laxante, coagulante, bactericida, preventiva del cáncer, reductora del colesterol, ayuda a la formación de las membranas celulares, elimina metales pesados y sustancias tóxicas del organismo y protege la mucosa intestinal", indican los especialistas sobre este alimento.
- Asimismo, según numerosos estudios, la harina de algarroba actúa contra úlceras estomacales, diarreas infantiles e infecciones intestinales. De hecho, los especialistas detallan que sus fibras cumplen un triple efecto: convierten el líquido en gel coloidal, distienden las paredes intestinales y estimulan un correcto peristaltismo que elimina las contracciones dolorosas.
- Por otro lado, contiene taninos que tienen propiedades antioxidantes, antiinflamatorios y antirreumáticos. Así como benéficos para el corazón y los riñones.
¿Dónde usar harina de algarroba?
¿Dónde podemos incorporar la harina de algarroba? Puede ser un ingrediente de platos como los siguientes:
- Helados
- Flanes
- Salsas
- Bizcochos
- Chocolate
Esta harina de algarroba procede del fruto del algarrobo, un árbol originario de la Cuenca del Mediterráneo que pertenece a la familia de las fabáceas.
Por otro lado, debido a su índice glucémico bajo es un buen alimento para algunos grupos como: deportistas, niños, celíacos, diabéticos, personas mayores, pacientes con anemia, etc.
En resumen, ¿para qué se puede usar la harina de algarroba? Concretamente, para bajar peso porque apenas tiene grasas y es muy rica en fibra, así que ayuda a quitar esos kilos de más que se pueden coger en verano; aportar hierro que es fundamental a la hora de mantener a punto el sistema inmune; evitar el déficit de calcio; reducir los niveles de colesterol en sangre y para ser una fuente de antioxidantes.
¿A qué esperas para introducir este alimento en tu dieta?