Masajes relajantes para bebés: pasos para mejorar su sueño
Los masajes relajantes aportan muchos beneficios a los bebés y recién nacidos.
Los masajes ayudan a crear vínculos entre los padres y el recién nacido
El tacto es uno de los primeros sentidos que desarrollan los recién nacidos. A través de él, los bebés empiezan a comunicarse con el entorno que les rodea.
Por ese motivo, los masajes son la mejor manera de comenzar a interactuar con los más pequeños. Una manera muy efectiva de relajarlos, que también sirve para crear vínculos emocionales con los padres.
La especialista en fisioterapeuta infantil, Elena Gómez Martínez, señala que gracias a estos masajes se pueden provocar en el bebé una serie de respuestas “fisiológicas y emocionales”.
Beneficios de los masajes para bebés
Entre los beneficios de los masajes están un mejor sueño, mejor digestión y circulación sanguínea, explica la experta. Además, relajan los músculos a la vez que los tonifican. Estos masajes permiten que los bebés conozcan su cuerpo y les facilita la integración del esquema corporal.
A nivel fisiológico, Elena Gómez explica que fortalecen “el sistema inmunológico, respiratorio y el sistema endocrino, segregando diferentes tipos de hormonas, como la oxitocina. Además, alivia procesos de estreñimiento y gases”.
Una serie de beneficios en el que también se consigue reforzar el vínculo afectivo con sus progenitores y promover el apego. “Siendo esto, no sólo beneficioso para el bebé, sino también para la familia”, añade.
El masaje infantil se puede comenzar a realizarse desde que el bebé nace, pero como indica la fisioterapeuta, hay que tener en cuenta la receptividad del bebé. “Los recién nacidos pasan la mayor parte del día durmiendo, lo ideal sería realizar el masaje cuando el bebé esté despierto. Otro aspecto importante es la duración del masaje. En recién nacidos el tiempo será breve, no sobrepasando los 5 minutos. Conforme el bebé vaya creciendo podrá aumentarse la duración del masaje, llegando hasta los 10 o 15 minutos”.
En este artículo, hablamos del ruido blanco y cómo relaja a los bebés.
¿Cómo hacer un masaje relajante a un bebé?
Para realizar estos masajes, Elena Gómez indica esta serie de pasos a seguir:
- ¿Cuándo hacerlo? Lo primero es buscar un buen momento para realizarlo. Después del baño suele ser el momento ideal.
- ¿Dónde realizarlo? La habitación debería tener una temperatura cálida, ya que el bebé va a estar sin ropa. Se pueden utilizar cremas o aceites corporales que no dañen la piel del bebé.
- ¿Cómo hacer estos masajes? Una vez esté el bebé tumbado, ponemos nuestras manos (previamente calentadas) en su abdomen como primer contacto, y realizamos suaves caricias a modo de círculos con ambas manos. Pasamos a las extremidades, primero lo haremos en piernas y luego brazos. En este momento podemos realizar fricciones, pasando una mano a lo largo de la extremidad mientras la otra mano sujeta el pie o la mano del bebé, amasamientos suaves, con ambas manos a la vez, y torsiones, cogiendo la extremidad del bebé girando nuestras manos en direcciones opuestas. Estas maniobras van a transmitir gran cantidad de información al bebé.
- ¿Cómo terminar? Para finalizar, haremos un pequeño masaje en las palmas de las manos y plantas de los pies a modo de círculos con los dedos, y también por cada uno de los dedos de manos y pies.
Por último, la fisioterapeuta explica que existen determinados momentos en los que no deberían realizarse estos masajes. “No hay que interrumpir el sueño del bebé. No debe hacerse cuando esté enfermo (fiebre, malestar), después de las vacunas por posible reacción o cuando haya alguna lesión cutánea. Si se sospecha de alguna posible alteración o patología, se debe consultar al especialista”