Cuando hablamos de métodos anticonceptivos, la primera referencia que tenemos es la del preservativo masculino. Una barrera de protección frente a embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual que comparte funciones con otros métodos, quizás menos utilizados, pero igual de efectivos y seguros. Hablamos de los preservativos femeninos, una alternativa que protege del mismo modo y que cuenta con numerosas ventajas.
El preservativo femenino es una funda transparente de nitrilo que tiene dos anillos flexibles en ambos extremos. Un anillo interior permite su colocación dentro de la vagina, y otro -con un diámetro más grande- es el que permanecerá en el exterior de esta cubriendo la zona genial externa de la mujer.
Aunque puede parecer más difícil de utilizar, en la última campaña del Ministerio de Sanidad explican que “no es difícil de usar, pero requiere práctica. La complicación de las primeras veces no debe ser un obstáculo. Debe probarse varias veces para familiarizarse con él”.
El preservativo femenino tiene una serie de ventajas que pueden pasar desapercibidas. Una de las más importantes es que puede ser utilizado por aquellas personas que tienen alergia al látex. Al estar fabricado con nitrilo, este método no provoca alergias ni irritación a los alérgicos al látex.
Además, se pueden utilizar lubricantes tanto de base de aceite o de agua, algo que no sucede con los preservativos masculinos. En estos, solo deben utilizarse lubricantes acuosos si son de látex, ya que los de base de aceite pueden dañarlo.
Otra ventaja es que es puede insertarse en la vagina hasta 8 horas antes de la relación sexual. Además, no existe la necesidad de retirarlo inmediatamente después de la eyaculación. El preservativo femenino es más resistente a roturas y desplazamientos, aumentando la seguridad en la relación sexual.
En cuanto al tacto, este se amolda a la anatomía de la mujer y va tomando calor durante la relación sexual, lo que permite una sensación más natural. Además, muchas mujeres afirman haber incrementado el placer gracias a que el anillo exterior hace fricción contra el clítoris. Sobre el anillo interno, los expertos apuntan a que “puede incrementar el placer tanto en mujeres como en hombres”.
Colocar el preservativo femenino no es difícil, solo debes seguir unos pasos que te explicamos a continuación.
Por último, hay que recordar que este método no puede utilizarse de forma simultánea con un preservativo masculino. Además, tanto el preservativo femenino como el masculino son los únicos métodos anticonceptivos que protegen de embarazos no deseados y de enfermedades de transmisión sexual.
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