Productos de farmacia para conseguir una piel tersa

cuidados para una piel sana

El envejecimiento cutáneo puede retrasarse mediante tratamientos cosméticos.

Hay un sinfín de productos para mantener por más tiempo la elasticidad, firmeza y tersura de la piel

Sara Cabrero
Se lee en 3 minutos

Es inevitable que con el paso de los años la piel pierda parte de su elasticidad, firmeza y tersura. No obstante, puede retrasarse o mitigarse si logramos evitar factores que aceleran su envejecimiento y proveemos a la piel de los elementos que necesita.

El estrés, el tabaco, la mala alimentación, el abuso de alcohol o café, la falta de ejercicio y descanso, así como la exposición al sol sin fotoprotectores o en exceso, son algunos de los grandes enemigos de nuestra piel.

Pero además de los factores citados, cabe recordar que el envejecimiento cutáneo fisiológico es un proceso biológico irreversible que aparece con la edad. Como explica el farmacéutico Juan Lemmel en una publicación en Elsevier, este deterioro puede presentarse a los 30 años o ser incluso imperceptible a los 60 años.

"Es muy fácil encontrar personas de edades iguales o semejantes, pero cuyo aspecto externo dista mucho de ser parecido. La diferencia entre ambos tipos de personas debe buscarse en el tratamiento que han tenido y a las causas externas en las que han sido expuestas", asegura.

Cosméticos para conseguir una piel tersa

El envejecimiento cutáneo puede retrasarse mediante tratamientos cosméticos, afirma el experto. Hidratantes, tónicos, limpiadoras, cremas solares, etc. Hay un sinfín de productos para conseguir una piel sana que detallamos a continuación:

  • Cremas hidratantes. Absorben y retienen el agua en el estrato córneo y son consideradas como el humectante y plastificante de la queratina.
  • Lociones emolientes. Contribuyen a disminuir el endurecimiento de la piel, mejorando la suavidad al tacto y aumentando su flexibilidad y aspecto aterciopelado.
  • Productos de oclusión. Forman una ligera película sobre la piel que la aísla de los factores externos nocivos (viento, calor, frío, polvo, contaminación) y, además, evitan una pérdida excesiva de agua.
  • Reparadores superficiales. Son cremas nutritivas o de noche que poseen cualidades reengrasantes y vivificantes para revitalizar y estimular las funciones de la piel, así como lubricantes para mejorar la suavidad y la emoliencia.
  • Leches limpiadoras. Limpian a fondo la superficie cutánea para lograr efectos más satisfactorios sin que su acción resulte demasiado drástica, profunda o irritante.
  • Descamado o peeling. Una vez por semana, sobre todo en cuello y rostro, para eliminar las capas más externas y deterioradas de la epidermis que contribuyen a la pérdida del buen aspecto de la piel.
  • Tónicos. Sirven para eliminar los últimos restos del limpiador y preparar la piel para cuidados posteriores. Se recomienda utilizar una loción suave y preferentemente herbácea.
  • Fotoprotectores. Crema de día con elevado poder hidratante y protector contra los rayos ultravioleta. Aunque a dosis bajas el sol puede ser muy beneficioso, en exceso produce envejecimiento, manchas en la piel y, en casos más graves, cáncer.
  • Cremas nutritivas. Suelen ser cremas de fase externa oleosa que se aplican por la noche y son "imprescindibles" para conservar la tersura de la piel. Están especialmente indicadas para pieles secas y envejecidas.

Por otro lado, desde Sanitas recomiendan observar la piel "regularmente" para conocer su apariencia y así percibir cualquier cambio en ella con mayor rapidez. "Presta especial atención a los lunares; si ves que alguno cambia de forma o sangra, visita a tu médico de cabecera para que lo examine", advierten.

Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Apoteka está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.



Te puede gustar