¿Qué son las ventanas de sueño en bebés?
Las ventanas de sueño son los períodos de vigilia que un niño puede mantener según su edad.
Para mejorar la calidad del sueño de nuestros hijos, es importante conocer sus horarios
El sueño de los niños es una actividad cambiante. Se modifica constantemente y poco tiene que ver el sueño de un recién nacido con el de un niño de tres años. De hecho, los bebés no tienen un ritmo regular hasta los seis meses, aproximadamente. En concreto, las ventanas de sueño son los períodos de vigilia que un niño puede mantener en función de su edad.
En este artículo de Apoteka te contamos cuántas horas seguidas pueden permanecer despiertos nuestros pequeños para así identificar cuál es el momento correcto para que duerman.
Cada edad y cada persona presentan unos horarios de sueño propios en los que la eficiencia, duración y profundidad de sueño son óptimas. Sin embargo, no siempre es fácil reconocer cuáles son estos horarios.
"Al nacer, el sueño es polifásico, aunque pronto evoluciona hacia un patrón monofásico estable con unos horarios que dependen de la edad, el sexo y el cronotipo. En los escolares, el sueño se caracteriza por dormir y despertar temprano. Con el inicio de la pubertad, el momento preferido para acostarse se va retrasando, alcanzando el característico patrón vespertino de los adolescentes y jóvenes adultos", resume Juan Antonio Madrid Pérez, catedrático de Fisiología y director del Laboratorio de Cronobiología en la Universidad de Murcia.
La infancia, sobre todo durante el primer año de vida, es el periodo en el que se producen los cambios más importantes en el sueño. Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), los recién nacidos duermen alrededor de 16 a 17 horas al día y se despiertan cada 1-3 horas.
Para regular y mejorar la calidad del sueño de los más pequeños, será importante conocer bien sus ventanas de sueño y así poder organizar una rutina en la que el sueño de tu hijo sea lo prioritario.
¿Cómo establecer las ventanas de sueño en bebés?
La pediatra y miembro de la Junta Directiva de la Asociación Valenciana de Pediatría de Atención Primaria Nerea Sarrión establece diferentes tiempos dependiendo de la edad del niño. No obstante, advierte de que las ventanas de sueño son orientativas, ya que cada bebé es único y sigue un patrón distinto:
- Hasta los dos meses el tiempo máximo sin dormir es de 45-60 minutos.
- Desde los dos meses y hasta los cuatro, entre una hora y 1.45 horas.
- A partir de los cuatro meses y hasta el sexto mes: entre 1.30 horas y 2.30 horas.
- De los 6 a los 9 meses, entre 2.30 y tres horas.
- A partir de los nueve meses y hasta el año, entre tres y cuatro horas.
- Cumplido el año y hasta los 18 meses, de cuatro a cinco horas.
- A los dos años el tiempo máximo sin dormir es superior a las cinco horas y desde los tres años, éste aumenta hasta las ocho horas.
"El establecimiento de unos hábitos de sueño y rutinas es el que se relaciona de manera más significativa con una mejor conciliación del sueño, menos despertares nocturnos y un incremento de la duración del sueño, pero además con una mejoría en la conducta del niño y en el bienestar de los padres", dicen al respecto María José Jurado Luque y Francisco Javier Segarra Isern, expertos en Medicina del Sueño por la Sociedad Española de Sueño.