Causas comunes de la cervicalgia crónica

"Me duele el cuello" puede ser una frase simple que esconde detrás enfermedades a tratar. Por ello, en este artículo desvelamos qué es la cervicalgia crónica y las principales causas que la provocan.

"El dolor cervical o cervicalgia es una causa frecuente de consulta médica. Se estima que más de la mitad de la población padece cervicalgia en algún momento de su vida, afecta en torno a un 10 por ciento de la población cada año", indican desde el Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Da Costa Burela de Lugo en el artículo 'Cervicalgias y cervicobraquialgias'.

Concretamente, estos expertos apuntan que más del 50 por ciento de los pacientes se encuentran mejor en dos o cuatro semanas y un 80 por ciento son asintomáticos al tercer mes. Sin embargo, existe en torno al 20 por ciento de pacientes presentan síntomas que exceden en su duración de seis meses o son recidivantes.

Causas de la cervicalgia crónica

Los traumatólogos citan diferentes causas que pueden ocasionar la cervicalgia aguda o crónica:

Biomecánicas: esguince, hernia discal, espondilosis o mielopatía.
Referidas: síndrome torácico superior, cardiopatía isquémica, disección vascular y esofagitis.
Miscelánea: sarcoidosis y enfermedad de Paget.
Reumatológicas: artritis reumatoide, artritis psoriásica, fibromialgia, enfermedad por cristales, espondilitis anquilosante, polimialgia reumática, síndrome reiter, hiperostosis senil y artropatías reactivas.
Neoplásicas: metástasis, tumores de origen nervioso (gliomas, cordomas o neurofibroma), mieloma múltiple y tumores primarios óseos.
Infecciosas: meningitis, osteomielitis, discitis y neuropatía herpética.
Neurológicas: síndrome Parsonage Turner y neuropatías periféricas.

Características de la cervicalgia

Entre las particularidades de esta patología desde el Hospital Da Costa Burela señalan lo siguiente:

Primero, hay que saber que la diferencia entre la cervicalgia aguda o la crónica es el tiempo de duración. Si el dolor persiste durante más de 12 semanas tras el inicio, se le denomina crónica.
Asimismo, diferencian entre cervicalgia mecánica o inflamatoria. La primera mejora con el reposo y empeora al hacer actividades durante el día, mientras que la inflamatoria persiste en reposo, sobre todo aumenta por la noche.
Algunas síntomas que pueden alertar de la cervicalgia crónica son el dolor no mecánico, la fiebre, el tratamiento con esteroides, la pérdida de peso o los signos neurológicos.

"En la cervicalgia crónica el dolor es de menor intensidad pero persistente, con movilidad de la columna cervical preservada, con exacerbación de las molestias en la movilidad extrema. La asociación de gran componente psicosomático dificulta habitualmente su diagnóstico y manejo", afirman.

Tratamiento de la cervicalgia crónica

Para abordar la cervicalgia crónica los expertos recomiendan tratarla con:

Analgésicos y relajantes musculares para calmar el dolor
Antidepresivos si está combinado con depresión
Antiinflamatorios como ibuprofeno
Infiltraciones epidurales. "Comparado con placebo existen evidencias moderadas de su eficacia en estudios a corto plazo; no existen evidencias de mayor efectividad cuando infiltramos esteroides frente a anestésicos locales, o relajantes musculares", detallan.
Manipulación por parte de un fisioterapeuta profesional.
Educación del paciente para que "maximice" su función física dentro de sus limitaciones.
Ejercicios para mejorar la capacidad aeróbica como estiramientos de la columna cervical.

Por último, los especialistas indican que las malas posturas, la obesidad y la debilidad de la musculatura abdominal no ayudan en esta patología.