Picor intenso. Es el principal síntoma de la dermatitis atópica, una patología cutánea inflamatoria, con un curso crónico y brotes intermitentes, según explican desde el Consejo General de Farmacéuticos (Cgcof). Este martes, 14 de septiembre, se celebra el Día Mundial de la Dermatitis Atópica y, por este motivo, en Apoteka vamos a hablar de su tratamiento y consejos farmacéuticos para sobrellevarla.
Sus principales síntomas son: prurito (picor), eritemas, sequedad de la piel, exudación (salida de líquido), descamación e irritaciones. Su aparición puede ser por factores fisiológicos (disfunción de la barrera epidérmica), genéticos, ambientales o inmunológicos.
"Su desarrollo puede estar influenciado por múltiples factores, sin embargo, los condicionantes genéticos ocupan un papel preponderante. La probabilidad de padecer dermatitis atópica se incrementa en un 50-70 por ciento si existen antecedentes familiares (si uno de los progenitores ha padecido también dicha enfermedad)", se indica en el artículo 'Edades en la dermatitis atópica'. "Los factores externos, los cambios en el modo de vida y el aumento de la higiene en la sociedad, también aumentan su prevalencia", continua.
Dermatitis atópica según la edad
En esta publicación, los farmacéuticos Antonieta Garrote y Ramón Bonet señalan la prevalencia de la dermatitis atópica según la edad del paciente.
- Lactantes: en los niños de 2 meses a 2 años afecta a entre el 6 y el 15 por ciento y en aquellos pequeños con padres con alguna enfermedad alérgica, menos del 30 por ciento. Los expertos subrayan que los síntomas suelen aparecer entre el cuarto y el sexto mes de vida en zonas de la cara, cuero cabelludo, tronco, etc.
- Niños en edades comprendidas entre 2 y 12 años: el 80 por ciento de los niños con dermatitis atópica han tenido sus primeros síntomas antes del año. En esta franja de edad, las lesiones suelen estar en codos, cuello, rodillas y tobillos. Los niños suelen rascarse y empeorar las lesiones y el riesgo de sobreinfección.
- Adolescentes: los farmacéuticos afirman que las manifestaciones cutáneas remiten con la edad, de hecho, es una de sus principales características. "El adolescente presenta un patrón de lesiones muy similar al del niño, aunque estas se presentan con menor edema y eritema y mayor tendencia a la descamación", apuntan.
- Adultos: el porcentaje de adultos con dermatitis atópica no supera el 10 por ciento, no obstante, aquellos que la sufren la tienen localizada en el tórax, zonas del cuello, manos y/o pies, área facial y pliegues corporales. El pico intenso afecta a la calidad de vida del paciente, concretamente en su estado de ánimo y en su patrón de sueño.
Consejos para tratar la dermatitis atópica
Desde el Cgcof dan una serie de recomendaciones relacionadas con la higiene, la hidratación o la alimentación, para las personas que sufren de dermatitis atópica:
- Aplicar emoliente específico para esta patología tras el baño, sobre la piel húmeda y con un suave masaje.
- Los emolientes no deben usarse en zonas de brote en las que se aplica un tratamiento farmacológico tópico.
- Es mejor realizar un baño que una ducha y utilizar limpiadores sin jabón.
- Las uñas deben estar cortas y aseadas para no infectar las heridas.
- A los niños hay que cambiarles de forma frecuente el pañal para evitar la dermatitis del pañal.
- No es bueno que las personas con dermatitis atópica suden en exceso.
- Aplicarse fotoprotección es esencial para que no queden marcas en la piel.
- Los pacientes deben evitar la ropa de lana, los tejidos sintéticos y las etiquetas interiores. Mejor usar ropa de algodón o lino.
- A la hora de lavar la ropa, mejor hacerlo sin lejía o suavizante.
- Hay que evitar los ambientes secos y los cambios bruscos de temperatura.
- Se recomienda ventilar las habitaciones.
- Restringir el uso de alfombras, moquetas y edredones de plumas.
Emolientes de farmacia para dermatitis atópica
En cuanto a los emolientes que se pueden encontrar en la farmacia, los expertos recomiendan los siguientes:
- Baño coloidal: para las lesiones agudas, no se aconseja usarlo durante un largo periodo.
- Pomada: destinada a lesiones secas y piel engrosada. No utilizarla en las lesiones húmedas.
- Aceite: se puede aplicar sobre la piel o en el agua del baño, está indicada para pieles muy secas.
- Leche, bálsamo y crema: para hidratar y mantener la piel sana entre brote y brote.
- Loción: para el cuero cabelludo y lesiones exudativas.