Me falta el aire: ¿puedo tener ansiedad?
Es una emoción negativa cuando nos bloquea y nos impide continuar con nuestra vida.
La ansiedad tiene una sintomatología muy similar a la del infarto y surge en situaciones de miedo
La ansiedad es la respuesta que tiene el ser humano ante un peligro real o una situación límite. Una reacción que, en consecuencia, origina una serie de actuaciones en el sistema nervioso con la finalidad de ponernos a salvo. Sin embargo, ésta se convierte en una emoción negativa cuando dicho comportamiento nos bloquea y nos impide continuar con nuestra vida de forma normal. En este artículo de Apoteka, te contamos cuáles son los síntomas de la ansiedad y si la falta de aire se encuentra entre ellos.
Según apunta Sanitas en un artículo, se considera que aproximadamente un 20 por ciento de la población sufre episodios de ansiedad pese a que en la mayoría de los casos no son conscientes de ello. No obstante, detalla que este trastorno se relaciona con diferentes cuadros clínicos, así como a un factor asociado a problemas laborales, económicos o familiares, los cuales "constituyen la causa más frecuente de los denominados estados de ansiedad".
Además, en este sentido, los profesionales advierten de que el peligro o riesgo de este estado es que la ansiedad puede llegar a cronificarse y generar lo que se conoce como un trastorno de ansiedad generalizada, que se caracteriza por una sensación de angustia permanente, así como que la persona afectada se sienta incapaz de afrontar situaciones de estrés.
Síntomas de la ansiedad
Como afirman los mismos expertos, la ansiedad tiene una sintomatología muy similar a la del infarto, hasta el punto de que puede confundirse con él:
- Palpitaciones o taquicardia
- Dificultad para respirar o falta de aire
- Dolor torácico
- Miedo a morirse
- Temblores
- Sudoración o escalofríos
- Náuseas o molestias abdominales
- Mareo e, incluso, desmayo
- Entumecimiento u hormigueo
- Sensación de irrealidad
- Dificultad para concentrarse o dejar la mente en blanco
- Insomnio
- Pesadillas
- Pensamientos recurrentes (obsesivos) e incontrolables sobre situaciones temidas
- Preocupación excesiva por las situaciones a las que hacer frente
Comportamientos que, según explican estos profesionales, surgen de que el cuerpo, alertado por el miedo o peligro que se crea en la cabeza, "se prepara para que puedas huir y te dispone con una sensación de malestar, de miedo y de pánico que haga que no quieras seguir en el mismo lugar". "Este tipo de reacción del cuerpo es de carácter instintivo y pertenece al lado animal que tiene el ser humano", añaden.
Tratamiento de la falta de aire por ansiedad
Sin embargo, defienden que se pueden controlar y aprender a gestionar. Así, destacan que lo primero es mantener la calma, no dejarse llevar por el miedo y tratar de normalizar la respiración -inspirando por la nariz y expirando por la boca de forma rítmica y cada vez más pausada-. "Tomarse el pulso mientras se realiza esta maniobra permitirá comprobar cómo el ritmo cardíaco recupera poco a poco la normalidad", concretan.
Asimismo, señalan que el abordaje terapéutico de la ansiedad dependerá de los síntomas con que se manifiesta, si bien los expertos consideran que la "máxima eficacia" se obtiene combinando el uso de ansiolíticos con la psicoterapia. Así, indican que adquirir hábitos saludables de vida y el ejercicio físico ayudan a descargar el estrés y relajarse y prevenir nuevos episodios.