El cabello es un reflejo de la personalidad. De hecho, puede ser considerado un factor fundamental desde el punto de vista social y estético. Existen diversos tipos de cabello en función de su aspecto y cada uno de ellos requiere de un tratamiento especial. En este artículo de Apoteka te desvelamos todos los productos de farmacia disponibles para lucir una melena sana y cuidada.
El farmacéutico Juan Lemmel distingue en una publicación de Elsevier tres tipos de cabello según su apariencia:
- Cabello normal. Presenta un aspecto brillante, aterciopelado y con un colorido homogéneo. Además, todas las funciones fisiológicas son normales y, por tanto, no presentan alteración alguna.
- Cabello seco. Tiene apariencia árida, escamas secas y es propenso a romperse y agrietarse. El pH es más ácido de lo normal, está falto de grasa y, por tanto, de humedad.
- Cabello graso. Su aspecto es grasiento y pegajoso debido a la exagerada actividad de las glándulas sebáceas. El pH es más elevado de lo normal y, en consecuencia, el riesgo a infecciones de origen microbiano es mayor.
Aunque para el primero no es necesario un tratamiento específico, los otros dos restantes demandan champús y cosméticos adecuados con el objetivo de fortalecer el cuero cabelludo.
Tratamientos para el cabello
Entre la gran variedad de productos que podemos encontrar en la botica para cuidar nuestro cabello, el experto destaca los siguientes:
- Champús para la limpieza del cabello y cuero cabelludo.
- Cremas. Se formulan para ser utilizados después del lavado y proporcionan una suavidad que facilita el peinado.
- Espumas suavizantes. Se utilizan para dar brillo y lubricar el cabello. Además, tienen la ventaja de que no necesitan aclarado.
- Mascarillas. Tienen la misión de reparar, nutrir y reforzar el cabello y en su composición se pueden incluir sustancias ricas en aceites, vitaminas, extractos de plantas, siliconas, etc.
- Aceites. Indicados para engrasar el cabello.
- Fluidos regeneradores. Estimula el cuero cabelludo y favorece la aparición de nuevos cabellos sanos y con nervio.
- Ampollas. Sirven para la reparación profunda del cabello dañado, dejándolo más suave y resistente.
- Tratamientos anticaída, anticaspa y antiseborrea. Partiendo de una formulación base, adecuada para un champú para cabello normal, se ajustan los desengrasantes, acondicionadores y reengrasantes para conseguir el producto idóneo para cada tipo de cabello.
Todos ellos, indica, conforman el mercado del cuidado capilar aunque los últimos "constituyen todavía un sector minoritario en relación al gran mercado de champús". Con todo, advierte de las características que debería tener en cuenta el formulador para poder conseguir un buen producto:
- Buena presentación, tanto por su aspecto y color, como por su olor, perfume y envase
- Poder detergente. Debe tener el suficiente para eliminar grasas y residuos
- Bajo poder desengrasante. No debe provocar un desengrase excesivo de la piel y del cabello
- Elevado poder espumante con una producción de espuma cremosa más o menos estable
- Insensible a la dureza del agua debido a la formación de sales cálcicas
- Facilidad de aplicación, aclarado y peinado (tanto en seco como en húmedo)
- Viscosidad adecuada
- El pH debe ir en concordancia con el del lagrimal del ojo, es decir, pH alrededor de 6
- Estable y bien conservado
- Inocuo para que no produzca irritaciones