¿Qué causa el dolor de espalda al respirar?
Es un síntoma muy común por la propia posición de los pulmones.
El dolor en la espalda al respirar puede denotar una emergencia más grave, como un infarto
El dolor al respirar en la espalda es muy común debido a la propia posición de los pulmones, que se encuentran cerca de las zonas cervical y dorsal. En este artículo de Apoteka, abordamos las distintas causas que pueden motivar este trastorno, así como diferentes pautas para combatirlo.
Según apuntan los expertos de Sanitas, más de la mitad de los trabajadores en España sufre dolor de espalda, siendo un 86 por ciento de afectados los que aseguran que las dolencias se agravan gradualmente debido a las condiciones laborales. No obstante, deportistas, niños en edad escolar y mujeres embarazadas son grupos que resultan generalmente afectados.
La estructura ósea de la espalda es la columna vertebral. Su principal función es de sostén, pero con un elevado grado de flexibilidad para ajustarse al movimiento. Sin embargo, los dolores de espalda constituyen una de las consultas más frecuentes. Y, aunque normalmente se pueden tomar medidas sencillas para prevenir o aliviar la mayoría de los episodios de esta patología, si la prevención falla y el dolor persiste hay que acudir al médico.
En cuanto al dolor de espalda mientras se respira, los expertos indican que, en algunos casos, puede denotar un indicio de una emergencia mucho más grave, como un ataque cardiaco. Detallamos a continuación algunas de las razones por las que se puede presentar este dolor:
¿Por qué tengo dolor al respirar en la espalda?
- Gripe y resfriado. Entre los síntomas de estas afecciones se halla el dolor en la espalda al respirar, lo que normalmente está relacionado con la acumulación de secreciones en las vías respiratorias o con el cansancio de los músculos por el acto de toser. Para disminuir las molestias, se recomienda mantener reposo y beber mucho líquido.
- Neumonía. Sucede cuando el dolor se agrava, pudiendo indicar una infección un poco más seria, como es el caso de la neumonía. Los alvéolos están llenos de pus y líquido, lo que hace dolorosa la respiración y limita la absorción de oxígeno. Para tratarla, lo mejor es acudir al médico.
- Distensión muscular. Surge después de hacer un esfuerzo mayor con los músculos de la espalda, tener una postura incorrecta, hacer mal los ejercicios mal en el gimnasio o toser muy fuerte. Para remediarlo, también se recomienda reposo y emplear una compresa fría en la zona.
- Costocondritis. Se trata de una patología que implica la inflamación de los cartílagos que unen el hueso esternón a las costillas, lo que ocasiona dolor fuerte en el pecho, el cual puede irradiarse hacia la espalda. Puede causar molestias al respirar e, incluso, causar falta de aire e incomodidad si se presiona la zona dolorida. En este caso, se aconseja aplicar compresas calientes y evitar sobreesfuerzos.
- Escoliosis. Aunque en la mayoría de los casos suele ser un trastorno leve, puede haber algunos en los que la desviación empeore con el crecimiento. De hecho, una evolución apresurada puede llegar a incapacitar a una persona, ya que la curvatura en la columna reduce el espacio dentro del pecho, lo que no permite un correcto funcionamiento de los pulmones e implica dificultades al respirar. Solo se puede corregir con un corsé o una intervención quirúrgica.
- Infarto. Aunque es raro, existen casos en los que el dolor empieza con una ligera incomodidad en la espalda que empeora al respirar. Siempre que se sospeche de un posible caso de infarto, es importante acudir cuanto antes al hospital.