Beneficios del champú pH neutro

¿Sabes por qué muchos expertos recomiendan usar un champú con pH neutro? En este artículo de Apoteka, te contamos todos los beneficios de este cosmético, así como las circunstancias más favorables para aplicarlo.

El pH, son las siglas para el potencial de hidrógeno, una medida que indica el nivel de acidez o alcalinidad de una sustancia. La escala empieza en el 1 y termina en el 14, en función de los grados de acidez, siendo los números más bajos más ácidos y los altos, más básicos.

El punto intermedio se encuentra en el pH 7 que es, precisamente, el punto más neutro de la escala y, por lo tato, el que se identifica como un champú con pH neutro. Es decir, que no es ni ácido ni básico, sino perfecto para el uso diario.

Como ya sabrás, existen diferentes tipos de cabello en función de sus características y su aspecto. Así, encontramos:

Cabello normal. Presenta un aspecto brillante, aterciopelado y con un colorido homogéneo. Se distinguen porque todas las funciones fisiológicas son normales, no presentan ningún tipo de alteración.
Cabello seco. Tiene apariencia árida, escamas secas y es propenso a romperse y agrietarse. El pH es más ácido de lo normal. Está falto de grasa y, por tanto, de humedad.
Cabello graso. Tiene aspecto grasiento y pegajoso debido a la exagerada actividad de las glándulas sebáceas. El pH es más elevado de lo normal y, en consecuencia, es más propenso a infecciones de origen microbiano.

Es por esta razón que los expertos de Elsevier recuerdan que hay que fijarse en nuestro tipo de cabello a la hora de escoger el producto más indicado para nuestras necesidades. "Los tratamientos capilares suponen la existencia de unos problemas que el consumidor desea solucionar mediante unos productos adecuados", insisten.

De hecho, destacan que existe una amplia gama de champús, cremas y espumas suavizantes, mascarillas, fluidos regeneradores, ampollas, tratamientos anticaída, anticaspa, antiseborrea, dedicados al cuidado capilar.

¿Por qué elegir un champú con pH neutro?

Según los mismos especialistas, el pH acostumbra a oscilar entre 5,5 y 6,5, que suele ser el más semejante a la piel y el cuero cabelludo. "Un pH ácido alrededor de 5,5 es el que se recomendará en el caso de cabellos grasos y un pH neutro para cabellos secos o para champús de uso infantil", señalan en este sentido.

Así, concluyen que el pH más recomendable es el que gira alrededor de 6, ya que "debe ir en concordancia con el pH del lagrimal del ojo".

Pero, ¿sabes qué otros requisitos debe cumplir un champú para que sea un buen producto? Estos profesionales desvelan todos ellos:

Buena presentación, en cuanto a aspecto, color, olor, perfume y envase.
Poder detergente. Debe tener el suficiente para eliminar grasas y residuos.
Bajo poder desengrasante. No debe provocar un desengrase excesivo de la piel y del cabello.
Elevado poder espumante, es decir, una textura cremosa más o menos estable.
Insensible a la dureza del agua debido a la formación de sales cálcicas.
Facilidad de peinado en seco y húmedo.
Facilidad de aplicación y aclarado.
Viscosidad adecuada.
Inocuo o que no produzca irritaciones.