¿Qué es la piel de naranja y cómo combatirla?

celulitis

Aparece en muslos, nalgas, caderas y abdomen, y afecta principalmente a mujeres.

El tratamiento es complicado y dependerá del tipo de celulitis y los hábitos de cada persona

Sara Cabrero
Se lee en 3 minutos

La piel de naranja, también conocida como celulitis, es una alteración de la superficie de la piel, la cual adquiere un aspecto rugoso e irregular con hoyuelos y nódulos. Se produce por el cúmulo de tejido adiposo o graso y es un problema que afecta al 95 por ciento de las mujeres.

Normalmente se localiza en la región pélvica, en las extremidades inferiores y en el abdomen. Su aparición se asocia a muchos y diversos factores determinantes y, aunque no es una enfermedad propiamente dicha, se trata de un problema dermoestético que "puede llegar a generar mucha preocupación", afirma la dermatóloga de Quirónsalud Nayra Patricia Merino de Paz, quien añade que la celulitis se puede clasificar en cuatro grados (celulitis flácida, dura, edematosa y mixta) en función de su severidad. Así, explica que la más leve se observa sólo al pellizcar la piel, mientras que la más grave se percibe incluso con la paciente tumbada.

¿Por qué aparece la piel de naranja?

La farmacéutica Susana Suárez Sanz explica por su parte en Elsevier que la piel de naranja se produce por una sobrecarga de grasa localizada, retención de agua, problemas de circulación sanguínea y problemas de desorganización del tejido conjuntivo subcutáneo. No obstante, señala que hay múltiples factores que se esconden detrás de su aparición:

  • Hormonales. El embarazo, la menopausia y la terapia con estrógenos predisponen o agravan la fisiopatología de la celulitis
  • Hereditarios. Sólo afecta a un cinco por ciento de los hombres y es más común entre mujeres blancas
  • Dietéticos. Evitar dietas hipercalóricas con exceso de grasas y carbohidratos
  • Higiénicos. Una vida sedentaria y la falta de actividad física contribuyen a potenciar esta patología
  • Psicológicos. El cansancio general, la ansiedad, el estrés, la depresión, etc. favorecen el proceso de formación de celulitis
  • Trastornos coexistentes. Entre ellos se incluyen: alteraciones hormonales, metabólicas (diabetes), circulatorias, renales, gastrointestinales y ginecológicas. Los tratamientos instaurados en determinadas enfermedades también son agravantes: estrógenos, antihistamínicos, bloqueadores beta, tratamientos antitiroideos, etc.

Tratamiento y prevención de la celulitis

"El tratamiento es complicado y dependerá del tipo de celulitis y de la historia y hábitos de la persona", dice al respecto la dermatóloga. Sin embargo, esta experta y la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (Sefac) coinciden en que se pueden llevar a cabo una serie de prácticas para prevenir su aparición o frenar su avance:

  • Evitar el uso de ropa ajustada porque dificulta el retorno venoso
  • No usar tacones altos y/o finos, ya que provocan disfunciones musculares
  • Abandonar hábitos tóxicos como fumar y beber alcohol
  • Apostar por una dieta con un aporte de fibra adecuado para prevenir el estreñimiento
  • Reducir el consumo de sal porque ésta en exceso produce problemas de retención de líquidos
  • Se desaconseja el consumo de café, bebidas gaseosas, alimentos precocinados o muy condimentados
  • Tomar líquidos, agua e infusiones (más de dos litros diarios)
  • Aumentar el consumo de calcio
  • Evitar el exceso de calor, las exposiciones prolongadas al sol, calefacciones y locales cerrados con exceso de temperatura
  • Corregir la postura corporal, ya que permanecer en la misma posición durante tiempos prolongados favorece la estasis venosa
  • Practicar ejercicio físico
  • Dormir al menos ocho horas
  • Controlar el estrés

Además, como complemento se puede recurrir a preparados cosméticos que mejoran el aspecto y textura de la piel afectada, limita las acumulaciones de grasa y previene las complicaciones derivadas del proceso celulítico si se utilizan en una fase temprana de la afección.

Los tratamientos tópicos los productos "deben utilizarse regularmente, una o dos veces al día y si es posible durante todos los días del año", informa la farmacéutica Suárez Sanz. "Uno de los momentos idóneos para su aplicación es después de la ducha, donde resultará muy apropiado el uso de un gel exfoliante y la realización de un masaje", afirma.

Igualmente, se puede acudir a técnicas más modernas como: mesoterapia, lipoescultura con ultrasonidos, láser de lipolisis, presoterapia o técnicas de drenaje linfático.

Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Apoteka está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.



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