¿Se puede tener faringitis sin fiebre?
La faringitis sin fiebre puede ser provocada por irritantes.
La faringitis sin fiebre suele ser más común en los meses de invierno
¿Faringitis sin fiebre? Es posible que esta inflamación no esté acompañada de altas temperaturas. En este artículo, los expertos nos cuentan por qué.
"El término faringitis describe la inflamación aguda o crónica de la mucosa de la faringe, un órgano hueco que se localiza en el cuello. La faringitis aguda es la forma más frecuente de inflamación de la faringe y suele manifestarse como catarro agudo. Las faringitis crónicas son mucho menos frecuentes", explica Salvador Giménez Serrano, médico de Atención Primaria, en su artículo 'Faringitis'.
Síntomas de la faringitis sin fiebre
Giménez especifica en qué consisten las faringitis agudas sin fiebre:
- Suelen ser víricas o bacterianas y raramente fúngicas. No obstante, en el 30 por ciento de los casos no se conoce cuál es el microorganismo causante.
- Esta infección suele presentarse durante los meses de invierno, que es la estación de las enfermedades respiratorias infecciosas y los contagios son más comunes.
- Las faringitis víricas suelen estar provocadas por virus del resfriado como el rinovirus o el adenovirus, la gripe o mononucleosis infecciosa.
- El síntoma más frecuente es el dolor de garganta que puede ser espontáneo o aumentar al tragar. Asimismo, la quemazón y la garganta rasposa y seca pueden provocar carraspeo.
- Cuando su origen es bacteriano es cuando está acompañado de fiebre alta, dolor de cabeza y malestar.
Faringitis crónicas sin fiebre
Hay personas que presentan esta afección de manera recurrente. Generalmente, se trata de faringitis crónicas, que si bien presentan inflamación, no suelen tener fiebre. Los desencadenantes más comunes suelen ser:
- Sustancias irritantes como el aire acondicionado, el polvo o sustancias químicas laborales.
- Abusar del tabaco y del alcohol.
- Factores hormonales como la menopausia o el hipotiroidismo.
- Enfermedades crónicas como diabetes o alergia respiratoria.
- Respiración bucal obstruida por sinusitis u obstrucciones nasales.
"En las faringitis crónicas hay una sensación muy molesta de sequedad de garganta, carraspera, eliminación de mucosidad espesa, sensación de ocupación faríngea, dificultad para tragar saliva, aunque el paciente tiene la necesidad de tragar constantemente, sensación de sed y tos irritativa", afirman.
Existen cuatro clases de faringitis crónica diferentes: la purulenta, la congestiva, la hiperplásica y la seca.
Tratamiento de la faringitis sin fiebre
Para tratar esta patología, los expertos indican los siguientes tratamientos y recomendaciones:
- En primer lugar, si la faringitis sin fiebre está provocada por bacterias se necesita combatirla con antibióticos.
- Mientras que si es vírica, se espera su desaparición.
- Para calmar los dolores se usan analgésicos y antiinflamatorios como el paracetamol, el ibuprofeno o la aspirina.
- Se aconseja tapar el cuello para mantenerlo caliente.
- En farmacias venden caramelos con miel y eucalipto que alivian la irritación de garganta.
- En esta misma línea, la leche caliente con miel o el té de limón son buenos para tratar la faringitis.
- Otra opción es hacer gárgaras de agua tibia y sal.
- Estar en ambientes húmedos y evitar los espacios secos.
Por último, el médico subraya la importancia de prevenir esta infección empleando humidificadores, no tomar alcohol ni fumar, lavarse las manos de manera continua o no estar en contacto con contagiados.