Estreñimiento durante el embarazo: ¿cómo puedes evitarlo?

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El estreñimiento afecta a un tercio de las mujeres embarazadas

Existen productos con fibras vegetales que ayudan a mejorar el estreñimiento en el embarazo

Sonia Navarro
Se lee en 3 minutos

El estreñimiento es un problema que afecta a muchas mujeres embarazadas. La dificultad para evacuar va aumentando según progresa la gestación, algo que llega a afectar a otras patologías que puede sufrir la embarazada, como es el caso de las hemorroides.

Según el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos de España (Cgcof), el estreñimiento afecta a un tercio de las embarazadas, lo que hace imprescindible que se aborde como uno de los síntomas más frecuentes durante las 40 semanas de gestación.

Desde la farmacia recuerdan que existen ciertos productos que pueden ser utilizados por las embarazadas sin ningún tipo de riesgo. Estos son los compuestos vegetales que aumentan la densidad del bolo fecal, favoreciendo su eliminación. Entre los más destacados se encuentran el psillyum, plantago ovata, metilcelulosa y el salvado. Aun así, explican que las embarazadas siempre deben consultar siempre con su médico para ver cuáles son las mejores formas de abordar esta problemática.

Mejorar el estreñimiento en las embarazadas

Además, las embarazadas que sufren estreñimiento pueden hacer ciertos cambios en sus hábitos diarios que mejoran las evacuaciones. Estos son los siguientes:

  • Aumentar la ingesta de productos ricos en fibra. Esto permitirá aumentar el tamaño del bolo fecal y mejorará su transito por el aparato digestivo.
  • Ingerir una cantidad suficiente de líquidos para favorecer la lubricación del bolo fecal.
  • Realizar ejercicio físico moderado, como paseos, para fomentar el movimiento intestinal.
  • Tomar productos ricos en fibras vegetales de venta en farmacia. Consultar antes con el profesional farmacéutico o con el médico.

¿Por qué se estriñen las embarazadas?

Como se ha nombrado antes, el estreñimiento es un problema muy habitual para las embarazadas. El origen de este se debe, en un primer lugar, a los cambios hormonales que sufre el cuerpo de la mujer durante los meses que dura el embarazo y durante el posparto. Concretamente, al aumentar los niveles de progesterona y estrógenos se produce un descenso en la actividad del músculo liso del colón. Esto se suma, además, a que el tiempo en el que transcurre el tránsito intestinal también se alarga.

A medida que vayan aumentando los niveles de estas hormonas, en el segundo y tercer trimestre del embarazo, esta situación se irá acentuando cada vez más.

Además, desde el Consejo de Colegios de Farmacéuticos explican que algunos suplementos vitamínicos y de minerales que toman las embarazadas empeoran esta problemática.  Estos son aquellos que contienen calcio y hierro, pues ambos minerales tienden a aumentar la dificultad para evacuar.

Peligros de utilizar laxantes durante el embarazo

Los farmacéuticos del Cgcof señalan que casi todos los laxantes pueden ser utilizados durante el embarazo y la lactancia, sin embargo, hay algunos que se recomiendan más que otros teniendo en cuenta los efectos adversos que pueden tener.

En ese sentido, ponen dos ejemplos de laxantes que deben evitarse:

  • Laxantes de aceite minerales. Este tipo de laxante hace que las heces retengan más agua y las lubrican para favorecer su eliminación. Estos pueden causar la pérdida de absorción de vitaminas y otros elementos liposolubles, es decir,  aquellos que necesitan disolverse en grasas como la vitamina K, la vitamina D y la vitamina la E.
  • Laxantes de agentes osmóticos. Estos son aquellos que aumentan la cantidad de agua en el intestino grueso. Los expertos no los recomiendan porque pueden dar lugar a desequilibrios de los electrolíticos.

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