Parches anticonceptivos: ¿qué son y cuándo se recomiendan?
Se debe colocar el primer día de menstruación y sustituirlo por uno nuevo cada siete días
Son de uso semanal y se colocan sobre la piel en una zona limpia y seca para que no se despeguen
Existe una gran variedad de métodos anticonceptivos de uso habitual que se adaptan a las distintas situaciones de las mujeres y de las parejas. Hay métodos de barrera, hormonales e incluso cirugías para prevenir los embarazos no deseados. En este artículo de Apoteka nos centramos en el segundo grupo y, concretamente, en los parches anticonceptivos.
Los parches anticonceptivos o parches transdérmicos tienen una eficacia alta, superior al 90 por ciento, pero no protegen contra las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Son de uso semanal y, debido a su comodidad, los especialistas consideran que tienen una gran adherencia.
Cómo funcionan los parches anticonceptivos
Se trata de un parche pequeño que se coloca sobre la piel en una zona del cuerpo sin cremas, maquillajes o lociones para que no se despegue. Nunca se aconseja que éste se sitúe en las mamas ni sobre la piel irritada, cortada o enrojecida. Por ello, lo más conveniente es dejarlo sobre la piel limpia, seca y sin vello de las siguientes zonas: nalgas, abdomen, hombro, parte superior externa del brazo o parte superior del torso.
Se debe colocar el primer día de menstruación y sustituirlo por uno nuevo cada siete días, hasta un total de tres parches por cada ciclo. En la cuarta semana, cuando no se coloca el parche, se descansa y tiene lugar la menstruación.
Es importante que la retirada del parche y la fijación de uno nuevo siempre coincidan en el mismo día de la semana -no pueden pasar más de siete días sin parche-. Tampoco hay que repetir las zonas: cada vez que se estrene uno, hay que dejarlo en un lugar distinto al anterior para evitar irritaciones.
Ventajas de los parches anticonceptivos
Debido fundamentalmente a su eficacia y reversibilidad, los anticonceptivos hormonales son el segundo método más utilizado en España, después del preservativo. Según el Colegio de Farmacéuticos de Badajoz el parche transdérmico presenta las siguientes ventajas:
- Es fácil de colocar y completamente indoloro
- No requiere de ningún profesional sanitario para su fijación, como ocurre con los implantes vaginales o los dispositivos intrauterinos
- Carece de los riesgos de infección de los implantes subcutáneos
- La periodicidad de administración (semanalmente) es inferior a la de los anticonceptivos orales (diaria)
- Es mejor tolerada que la administración parenteral (inyectables)
Efectos secundarios de los parches anticonceptivos
Con el fin de mejorar su tolerancia, se han ido produciendo cambios en su composición, reduciendo progresivamente la dosis de estrógeno, responsable del riesgo tromboembólico y de reacciones adversas como náuseas, vómitos, cefalea o mastalgia. No obstante, los efectos secundarios más habituales continúan siendo dolor en los senos, dismenorrea (calambres menstruales) e irritación en el lugar de aplicación -motivo por el cual se recomienda alternar la zona de colocación-.
Por otro lado, el COF de Badajoz también advierte de que presenta inconvenientes como:
- Su duración, ya que es muchísimo más corta que la de los implantes vaginales (tres o cinco años) o los dispositivos intrauterinos (cinco años)
- Riesgo de incumplimiento por olvido o retraso de la administración del parche o incluso por otras causas (pérdida de la adhesividad)
Hay que recordar que el parche anticonceptivo es un tratamiento de prescripción médica y, por tanto, no pueden dispensarse sin receta en la farmacia. Asimismo, es conveniente seguir un control periódico sanitario para comprobar cómo se adapta a la paciente.