La menopausia no es una enfermedad, es una etapa más en la fisiología natural de la mujer. Suele ocurrir entre los 45 y 50 años, cuando la actividad de los ovarios cesa y disminuyen los estrógenos. Concretamente, se considera que la menopausia comienza cuando se produce la falta de la menstruación durante un año sin que exista embarazo o enfermedad.
Hay diferentes síntomas y signos indicativos de esta etapa. Sin embargo, no aparecen todos a la vez ni afectan a todas las mujeres por igual. Los sofocos, la sudoración o los cambios de humor son los primeros, mientras que los dolores musculares, la sequedad vaginal y la disminución de la libido tardan más en presentarse.
La bajada de estrógenos como consecuencia de la menopausia ocasiona innumerables cambios en el cuerpo y estado de ánimo de la mujer. Para algunas mujeres será una verdadera revolución y desajuste y otras apenas sentirán molestias o éstas serán casi imperceptibles. Los desajustes más comunes de la menopausia son, entre otros:
Para controlar los efectos y mitigar los síntomas, Rosario Sánchez Monsálvez, farmacéutica del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), recomienda vigilar el colesterol y el azúcar, ya que en este periodo hay más riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes. Asimismo, destaca la importancia del ejercicio físico para aumentar la masa ósea y, en algunos casos, la ingesta de suplementos de calcio para prevenir la osteoporosis.
El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos también subraya que una vida saludable es clave para paliar las consecuencias de la menopausia y aconseja seguir una alimentación equilibrada y una rutina basada en:
Por otro lado, para disminuir las palpitaciones y los sofocos, recomiendan usar ropa ligera y fresca, así como sentarse, reposar y respirar hondo cuando sufras un episodio de este tipo.
En cualquier caso y frente a cualquier duda al respecto, Rocío Morales Rodríguez, vocal del COF de Sevilla, recuerda que los farmacéuticos te contarán lo que tienes que saber sobre "lubricantes y juguetes sexuales, medicamentos que afectan a la sexualidad, disfunciones sexuales causadas por medicamentos -tales como la libido, falta de lubricación vaginal o disminución del placer- y medicamentos y suplementos fitoterápicos (plantas medicinales, aceites esenciales, micoterapia, nutrientes esenciales) empleados para estos casos".
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