¿Cómo afecta el estrés a la diverticulitis?
El estrés puede acentuar los síntomas de la diverticulitis.
La conexión entre el cerebro y el intestino explica la relación entre diverticulitis y estrés
¿Alguna vez te ha dolido la tripa de nervios? ¿Has sentido que el estómago se te ha cerrado tras un día complicado? Son solo algunos ejemplos de la conexión directa que tiene el cerebro y el estómago. En este artículo explicamos la relación entre diverticulitis y estrés.
Tal y como indican desde la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), los divertículos son "unas pequeñas bolsas que surgen de la pared interna del intestino" y salen a la superficie externa como hernias.
"Se estima que los divertículos se producen cuando hay una presión del contenido intestinal sobre la pared. Esa presión es mayor en la parte más estrecha del mismo, que corresponde al final del intestino grueso", subrayan los profesionales. Por lo tanto, se pueden encontrar en el colon o en el intestino grueso. En el momento en el que los divertículos se inflaman es cuando se produce la diverticulitis.
¿Cuál es la relación entre diverticulitis y estrés?
Al igual que conseguir que la deposición no sea dura comiendo alimentos ricos en fibra es importante para que la diverculitis no se acentúe, vivir sin ansiedad o estrés también lo es.
La conexión entre el cerebro y el estómago es real, así lo relata la farmacéutica Ana Gonfirna en su artículo 'El estrés y el sistema digestivo': "Existe una red neuro-endocrina que permite la comunicación bidireccional entre el sistema nervioso central y el sistema nervioso entérico que recibe el nombre de eje cerebro-intestino. Este complejo sistema de comunicación conecta los centros emocionales y cognitivos del cerebro con las funciones y mecanismos intestinales periféricos".
Cuando sentimos estrés, esta sensación afecta directamente a nuestro aparato digestivo por la interacción que hay entre ambas zonas. Así, la experta afirma que el estrés logra alterar funciones gastrointestinales como:
- La permeabilidad
- La motilidad
- La sensibilidad visceral
- El flujo sanguíneo
- Las secreciones
- La microbiota.
Además, el estrés puede favorecer la aparición de patologías gastrointestinales como el Síndrome del Intestino Irritable (SII).
Síntomas de la diverticulitis
En resumen, cuando el estrés nos acompaña en nuestra vida los síntomas de la diverticulitis aumentan progresivamente. Desde el Consejo General de Farmacéuticos (Cgcof) mencionan las siguientes manifestaciones de esta patología:
- Dolor abdominal
- Alteración del hábito intestinal
- Presencia de moco en las heces
- Distensión abdominal
- Náuseas y vómitos
- Estreñimiento o diarrea
En muchas ocasiones, esta enfermedad no está diagnosticada porque existen muchos casos asintomáticos, es decir, que no tienen molestias. El paciente con diverticulitis suele tener más de 80 años, esto ocurre en el 50-60 por ciento de los casos, según detallan desde el Cgcof.
Por último, los farmacéuticos señalan que el aumento de casos de diverticulitis se debe a "la disminución de ingesta de fibra y el incremento de productos refinados en la dieta occidental". Los alimentos que se aconseja comer para reducir la probabilidad de tener esta patología o para aliviar sus síntomas son:
- Granos (cereales con fibra, pasta integral…)
- Vegetales (calabaza, verduras, batata…)
- Frutas (peras, manzanas, ciruelas…)
Asimismo, beber mucha agua también ayuda a tener deposiciones más blandas y que no sufra el intestino.