8 vitaminas para combatir la fatiga y la falta de energía
Para reducir la falta de energía, se recomienda tomar los complejos vitamínicos por la mañana.
Las vitaminas del grupo B y algunos minerales ayudan a reducir la fatiga y la falta de energía
En algunos momentos sentimos que nuestro cuerpo no avanza, no va al mismo ritmo que nuestra mente, o no tiene fuerza suficiente. El estrés, el cansancio acumulado, la falta de sueño o la alimentación inadecuada pueden estar ocasionado esta sensación de falta de energía. Además de descansar, podemos darle un aporte extra de fuerza a través de suplementos vitamínicos que venden en farmacias.
"Las vitaminas son, de manera directa o indirecta, esenciales para el correcto funcionamiento del cuerpo. Especialmente, las vitaminas del grupo B están implicadas en gran medida en el metabolismo de la energía", explica el farmacéutico Jorge Hernández Abadías. Por lo tanto, si hay un déficit de ellas, el cuerpo lo nota.
Tipos de vitaminas y minerales para el cansancio
Concretamente, el experto cita las siguientes vitaminas para ganarle el pulso al cansancio: la tiamina (b1), riboflavina (b2), el ácido pantoténico (b5), piridoxina (b6), biotina (b7), ácido fólico (b9) y cobalamina (b12). En este sentido, otro tipo que también ayuda es la vitamina C o ácido ascórbico, que es un gran antioxidante que combate radicales libres y el envejecimiento prematuro de las células.
Por otro lado, en cuanto a los minerales más conocidos para acabar con la fatiga están estos tres:
- El magnesio: la falta de este mineral conlleva dolores musculares, ansiedad o estrés.
- El zinc: ayuda al sistema inmune a mantener los niveles de energía y la correcta función neurológica.
- El hierro: permite transportar oxígeno por todo el cuerpo.
Los deportistas son un grupo que presta especial atención a las vitaminas y minerales que requiere su cuerpo.
¿Cómo obtener estas vitaminas o minerales?
Normalmente, las vitaminas y los minerales se aportan a través de una dieta equilibrada, señala el farmacéutico. Pero en ocasiones, se puede presentar un déficit de cualquiera de ellas y esto afectaría al crecimiento y mantenimiento muscular y al sistema nervioso.
"Una correcta alimentación, equilibrada y rica en frutas y verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos… La dieta mediterránea es un buen ejemplo siempre y cuando esté bien llevada a cabo", explica Hernández Abadías.
No obstante, cuando se presenta un nivel inadecuado de cualquiera de las vitaminas se pueden tomar suplementos vitamínicos que venden en farmacia para suplir esta falta. Por ejemplo, un producto natural con alto contenido de vitaminas es la jalea real. No obstante, las personas diabéticas o con problemas de azúcar alto deben tener cuidado, porque tiene gran cantidad de azúcar. Asimismo, puede causar reacciones alérgicas a aquellos que son alérgicos al polen.
Complejos vitamínicos en farmacias
En las boticas se pueden encontrar diferentes complejos vitamínicos, estas son las claves para entender estos productos:
- Se venden en forma de pastillas o comprimidos efervescentes.
- Las vitaminas del grupo B y C son hidrosolubles, según especifica el farmacéutico, no es peligroso tomar un poco más de la dosis recomendada porque se eliminan a través de la orina.
- Se puede notar una gran mejoría al tomar dichas vitaminas, pero no es un efecto inmediato, sino que se va notando al cabo del tiempo.
- Normalmente, se toman por la mañana, en el desayuno. No obstante, hay que leer las recomendaciones del fabricante porque algunas se toman en dos ocasiones durante la jornada.
- Se aconsejan para periodos de estrés (exámenes, momentos puntuales en el trabajo, en mudanzas, etc). Además, favorecen la concentración y el rendimiento.
Según el farmacéutico, para un efecto más rápido, habría que optar por un complejo que tenga algún adaptógeno. "Los adaptógenos son sustancias naturales procedentes de plantas que tienen la capacidad de normalizar las funciones del cuerpo y combatir y superar las situaciones de estrés favoreciendo la adaptación a este", añade Hernández Abadías. Los más conocidos son el ginseng, el euterococo y la rodiola.